Desmaquillando el miedo a la soledad.
Las monedas no tienen una sola cara, ni las manos solo la palma, porque parece ser que vivimos en un mundo de opuestos, dualista y que nos ofrece la oportunidad de experienciar una gama muy amplia de emociones y circunstancias. Y vamos transitando por ese sendero sin darnos cuenta, acompañados por los padres, luego por la pareja, los hijos, hermanos y otros compañeros de ocupaciones, hasta que llega la cuesta arriba de la ancianidad.
Es hora entonces de recoger una cosecha de algunas décadas y ya sabemos que es semejante a una ecuación de muchas variables: qué calidad tenía la semilla que sembraste, los nutrientes de la tierra, el cuidado que le brindaste. Y ahí también se pone de manifiesto la dualidad: si has llegado acompañado por tu pareja y tienes su compañía mientras vivas y la relación es positiva y amorosa, eso significa que te iras primero. ¿quieres para ella la experiencia de la soledad en vez de para ti? Si por el contrario es ella quien se marcha de este plano, ¿estás preparado para enfrentar el reto?
Habrá barreras prácticas que sobrepasar, la pérdida progresiva de la independencia en los aspectos esenciales. ¿vives en una sociedad que puede y se ocupa de eso? ¿a quién le corresponderá atenderte y en que circunstancias, con qué motivaciones? También estarán los retos afectivos que, posiblemente, sean los mayores. ¿gozarás del afecto de tu descendencia, estarán dispuestos a brindar algo de su tiempo para visitarte, harán de la vista gorda y si te he visto no me acuerdo?
Posiblemente la esencia radique mucho más en la forma en que lo enfrentarás, que en lo que ciertamente ocurra. ¿te quejarás de tu suerte, sentirás la mordedura en un costado del desamparo y la tristeza, serás una energía negativa para los que te rodeen, sean quienes sean?
Hay demasiadas evidencias en la historia de la humanidad que demuestran, de forma indudable que no somos entes separados, no somos islas en un océano insondable, más bien tenemos lazos que no conocemos y en la actualidad, la tecnología punta y disciplinas como las neurociencias y otras, están haciendo descubrimientos sorprendentes sobre la interdependencia que hay en el Universo. Lo que realmente ocurre es que estamos en un proceso de desarrollo progresivo de toma de consciencia sobre la esencia de lo que somos.
En la soledad también hay un gozo oculto, que viene acompañado con la íntima sensación de estar vivo, hay una sospecha latente de que en medio de un desierto, en un piso solitario o una residencia para ancianos, una inteligencia misteriosa te acompaña, una presencia te abraza y agradece que te atrevas a mostrarte curioso y no desesperado, que tengas la humildad de asombrarte en vez de maldecir y quejarte. Si tuvieras la certeza de ser eterno, divino y trascendente, ¿sentirías miedo de la soledad o te atreverías a vivir las circunstancias que fueran, desde el privilegio de sentirte observador y la magia de la fe para saber que estás a salvo?