Dioses viviendo en la miseria

José Miguel Fernández Nápoles
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Dioses viviendo en la miseria – Jose Miguel Vale – WebMediums
Pobre, viejo y solo.

El viejo Juan viviendo en la miseria.

Al viejo Juan últimamente se le ocurrían preguntas raras: ¿A qué carajo habré venido al mundo?, decía, mientras se preparaba para ir a hacer la cola al comedor social de una iglesia protestante que había en el pueblo.

Tenía un dolor crónico en el hombro izquierdo y la rodilla derecha, para que se equilibraran un poco, le decía con sorna a otro pedigüeño, que acudía a la compasión colectiva para no morir de inanición, un mediodía tras otro, hasta que hubiera un terremoto, seguía con la burla, o a la parca se le ocurriera alquilarles una mansión definitiva en el cementerio.

¿Tienes seguro de enterramiento?, le preguntó un día el otro. No, pero me enterrarán seguro, le respondió Juan con una mueca parecida a una sonrisa, porque los muertos apestan. Y esa noche soñó que se moría y lo tiraban al mar, para que se lo comieran los peces. ¿A qué demonios habré venido al mundo?, volvió a preguntarse ese día.

Después de comer, bastante bien por cierto, en la iglesia protestante y escuchar un aperitivo para el alma, como le llamaba el pastor al sermón que les ofrecía, Juan solía sentarse un rato en un banco del parque a dormitar y escuchar el graznido de las gaviotas. Y a veces, se quedaba rumiando preguntas raras, que no se había hecho nunca. ¿A dónde irá el alma de los muertos?, se preguntó un día.

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Se le apareció Dios montando Skate.

Todo tenía mucho que ver con el sermón que el pastor les ofrecía antes de servir la comida, oportunidad que Juan no había tenido nunca, y a él le dio por pensar, que ese era el motivo de las preguntas que se hacía últimamente tan a menudo.

El día que a Juan se le apareció Dios en un Patinete

Cierto día cuando Juan dormitaba en su banco del parque y escuchaba al graznido de las gaviotas, se sentó a su lado de repente un chico que venía jugando con un patinete. A ver si te caes y te matas, le dijo Juan, medio en serio y medio en broma. Primero te caes tu del banco, por dormitar tanto y te rompes la cabeza, le respondió el chaval, en el mismo tono. Y luego dijo un poco más serio:

_ Cada cual se muere cuando le toca, abuelo, ni un minuto antes ni uno después. Y no hay que tener tantos miedos ni preocupaciones porque somos dioses eternos. Y se fue con su patinete haciendo cabriolas.

A Juan se le quitó la modorra de repente y se quedó pensando en eso de cuando le toca. ¿A caso será verdad lo del plan divino que nos dijo el pastor? Un plan de alguien que sabe tanto de esas cosas, que hace que vengamos, quien sabe de dónde y después hace que demos un traspiés y nos peguemos con el borde de la acera y hasta luego, entonces dejemos este cuerpo viejo en un cementerio y luego otro y otro.

A lo lejos ya se perdía el chico del patinete haciendo piruetas y subiendo a los bancos que a esas horas del mediodía, estaban vacíos casi por completo.

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José Miguel Fernández Nápoles

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Cubano, emigrante en España, disfrutando de esta parte de mi vida. Compartir es mi camino.

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Jose Miguel Vale

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Percibo que soy más que cuerpo físico, mental y emocional. No se quien soy, pero SOY MAS, MUCHO MÁS!!

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