Enamorauno y enamorados.
Primero es imprescindible amarse uno mismo:
Cuando un Ser Humano decide comenzar a mirar hacia dentro, buscar en el silencio, ayudarse de la naturaleza y encontrar su esencia, muy pronto se percata de que, por mucho que se acerque, mientras sea polvo de estrellas no lo conseguirá comprender completamente.
¿Se habrán acercado mucho a esa comprensión, personajes sabios como Jesús de Nazareth o Buda? ¿Lograron comprender cabalmente todo?
Pongamos un ejemplo: ¿podrá comprender un robot construido por el hombre, el funcionamiento exacto de la mente de su creador?
En cambio, ese acercamiento a la esencia, nos abre un horizonte muy grande, hacemos consciente enseguida algunas percepciones que no teníamos:
1 Todo ser vivo merece respeto y, al menos, deberíamos aceptarlo tal cual es, porque "alguien lo ha creado con una inteligencia que no está a nuestro alcance comprender" Tú, eres uno de esos Seres que merece respeto y deberías sentirlo por ti mismo antes que por nadie.
2 Tú y yo somos, en esencia, lo mismo. Somos "alguien que puede todo" y se manifiesta en este plano de infinitas formas: como tú, yo, un asesino, un violador, un cura pederasta, un niño africano que "muere de hambre", un millonario que viaja en un jet privado.
3 Si soy una manifestación de una divinidad que "sabe" que es eterna, que omnipotente y desea vivir mi experiencia, ¿no debería yo respetar a ese "personaje" que es, en esencia la divinidad misma? ¿A alguien se le ocurriría encarcelar y matar a un actor de cine que representa el personaje de un asesino?
¿Siente una madre un profundo respeto por su niño, un pintor por su cuadro, un compositor por su partitura? ¿Si? Pues el yo pequeño que se mira en el espejo y sabe su fecha de nacimiento, nombre y apellidos, es la creación del Yo grande que, a la vez, es su esencia. O sea, la esencia que vive en mí, respeta y ama su creación.
El amor profundo proviene del conocimiento de lo que somos:
Una vez en este punto del camino, el amor encuentra las compuertas y se manifiesta sin límites. Cuando haces consciente esta magia de lo evidente y sencillo, no tienes que proponerte nada, el amor brota.
¿Te atreverías a criticar a Fiódor Dostoyevski porque creó en su imaginación un monstruoso asesino que liquidó a hachazo a una anciana? ¿Siente pena tu corazón cuando lees "Crimen y castigo" y experimentas sentimientos como si estuviera ocurriendo realmente lo que "ha imaginado" el escritor? Quienes hayan leído, saben que si, aún sabiendo que es ficción.
Tu hijo, tu pareja, tus familiares y los jefes con los cuales alguna vez te has enfadado, tu cuñado al que dejaste de tratar por borde y sinvergüenza, el dictador que ordenó que fusilaran a tu abuelo durante la guerra civil y hasta esos "personajes" que todos conocemos y al escuchar sus nombres nos dan ganas de vomitar, no son otra cosa que muñecos en una función de títeres.
Algunas de las personas que conoces son bálsamos, vasijas de agua fresca, brisas suaves que te hay ayudado a sofocar el calor. Con ellos quieres sentarte a conversar, tomar un café, ir de vacaciones. Los otros que han hecho saltar las alarmas, los que han inflado tus venas, esos que sacaron a flote tus peores sentimientos, esos son los grandes Maestros y quisiera proponerte un sencillo experiemento:
Llama a alguien con quien no te hables y dile que le agradeces por algo. Si no te atreves, has algo por él sin que se entere. Si aún es mucho, reza por su salud y bienestar, desea de corazón que esté alegre y sea dichoso. Entonces verás la cosecha del sembrador de amor, querrás sembrar más y más y ese camino, no tiene vuelta, porque es el camino de regreso a Casa.
