La tecnología es peligrosa.
Al llegar a España sinceramente no podía hacerme con la tecnología, me superaba vaya. Casi no había tenido acceso a Internet en mi país y me costaba mucho entender el mundo de la publicidad y los mensajes spam y eso de las galletas con que se retroalimentan los sitios web que uno visita. Pero bueno, me di a la tarea de aprender así que me hice una dirección de correo electrónico, ¡que maravilla!, E hice clic en cuanta sitio me pareció interesante y puse mi flamante nueva dirección de correo. Al día siguiente tuve una sorpresa: Alguien me escribía para mostrarme una forma fácil y barata de "alargar mi pene" Como soy muy formal y amable enseguida le contesté: "Muchas gracias por su amable y profesional propuesta pero le comunico que acabo de llegar a vivir a España y mis finanzas son efímeras" Uffff, aquello fue un tsunami de nuevos mensajes. "Método muy novedoso para enlargar su pene", "nueva oferta para enlargar su pene", y así hasta casi colapsar mi bandeja de entrada. Decidí eliminar los mensajes, no hacer más caso, pero una pregunta no se me quitaba de la cabeza: ¿Cómo diablos se habrán enterado?