¿Cuáles son los delitos que pueden cometerse por WhatsApp?
Las redes sociales y sistemas de comunicación móvil en su inmensa variedad han tomado prácticamente el control de la interrelación entre las personas.
De ahí que no es raro mirar parejas que se forman a través un contacto que inicia en Facebook, Instagram o WhatsApp.
Pero, así como inician relaciones bonitas o memorables para las personas, también se dan situaciones desagradables, de ofensas a la integridad de una persona, coacción y otros tipos de delitos que, estando claramente tipificados en la ley, son también delitos al realizarlos a través de este sistema de chat móvil.
¿No representa ello una violación a la privacidad?
En realidad, no. Por lo menos en el caso en que una víctima denuncia alguna situación desagradable por acción de otra persona a través de WhatsApp no lo es.
Para el caso de padres o madres que toman los dispositivos de sus hijos menores y encuentran fotos/desnudos de personas mayores enviadas a estos o alguien tratando de chantajearlos, normalmente la justicia mantiene por encima el cuidado de los padres y el hecho de que los chicos sean menores, además de analizar el nivel del delito que se comete, por lo que el delincuente siempre tiene las de perder.
Delitos que se cometen a través de WhatsApp
Injuria:
Es importante entender que afectar intencionalmente la imagen de una persona cometiendo injuria siempre es un delito, por eso existe como tal. En WhatsApp existe lo que se conoce como “estados”, es algo parecido a los muros de Facebook, donde la persona coloca un estado y todos sus contactos pueden mirarlo al acceder a su muro, en el caso de WhatsApp basta con presionar el nombre o número de la persona y automáticamente se accede a su estado.
Es ahí, en los estados de WhatsApp donde con regularidad se comete el delito de injuria.
Indirectas – Injurias
Quizás suponiendo por lógica la falta legal de que se trata, muchas personas suelen lanzar indirectas por WhatsApp. Así, alguien que considera que un abogado le ha estafado, quizás coloque: “Nunca confíes en un abogado, me acaba de estafar uno”.
Eso no es un delito (aunque tampoco es inteligente pensar así). Otro caso será si coloca el nombre del abogado o el bufete que le atendió y asegura que le han estafado.
Fue eso lo que le ocurrió a un médico en Valencia, España, cuando un tribunal le ordenó reparar el honor de su colega y exsocio por colocar un comentario en su estado pidiendo a todos no confiarse del médico en cuestión, colocando el nombre en dicho estado.
¿Un estado de WhatsApp no es algo entre dos personas?
No es así, a diferencia de una conversación o chat, un estado de WhatsApp no tiene un destinatario único, sino que se coloca para que todo el que acceda presionando sobre el número de la persona, lea su contenido, no solo los contactos, cualquiera que coloque el número desde WhatsApp podrán ver el contenido.
Es un mensaje de cierta manera público, relativamente masivo, de ahí que se tome como delito hacer lo que se comenta arriba.
Amenazas y chantajes
No siempre se considera amenaza o chantaje lo que coloca una persona en su estado si ello no va claramente dirigido (con mención) a otra. En primer lugar, se toma en cuenta que la víctima puede bloquear a esa persona con lo que ya no vería su estado, por tanto, si el mensaje no es personal no se puede considerar amenaza.
Por el contrario, si el estado menciona algo como “María López de Castilla, te envenenaré” la víctima puede acusar el delito, más aún si tiene pruebas de algún tipo de problema con la persona recientemente.
Coacción:
Se considera en un ámbito muy amplio la existencia de coacción. Desde mensajes personales, donde aplica el chantaje también en casos en los que le envía una fotografía a alguna expareja donde ambos o esta persona este desnuda y amenace con mostrarla si no paga alguna cantidad de dinero o vuelven a mantener una relación sentimental.
También se considera coacción si una persona coloca en su estado imágenes íntimas con/de su expareja en un grupo, exponiéndole públicamente para vengarse o para coaccionar a una nueva pareja que pueda estar en el grupo.
Quebrantamiento de condena:
En separaciones o problemas de pareja con intervención de tribunales y que culminan con orden de alejamiento e incluso sin esta orden, la víctima puede demandar si considera que los estados de WhatsApp que coloca su pareja van dirigidos a él/ella, de acuerdo con el caso y los antecedentes un tribunal puede tomar una decisión y considerar que hay un quebrantamiento de condena por ello.
Injurias:
De manera común se dan cada vez más casos de injurias a través de estados de WhatsApp, lamentablemente es recurrente el caso de hombres que colocan comentarios ofensivos contra su expareja e incluso con quienes tienen hijos en común.
Lesiones psicológicas
En casos extremos puede darse el caso de que una persona sea acusada por más que la reparación del honor mancillado o una orden de alejamiento. Ocurrió así en Granada, donde un juez condenó a una mujer que acosó durante dos años a su exnovia.
Ambas mantuvieron una relación mientras trabajaron juntas. Al separarse por cambiar de trabajo, la víctima decidió terminar todo. Al comienzo, la acosadora parecía aceptarlo y pedía mantener la amistad entre ambas, pero en cuanto parecía que todo estaba bien, como amigas, empezaba a insinuarse y al ser rechazada venían horribles ofensas contra la víctima.
Eran semanas de ofensas y amenazas de dar a conocer detalles íntimos de su relación. Al paso de los meses volvía a buscar “salvar la amistad” para recaer una y otra vez. En algunos días, el nivel de acoso superaba el centenar de mensajes en WhatsApp.
Era tal el miedo de la víctima por conocer el carácter de su ex y por las acciones de acoso, que aun cambiando de número terminó con un cuadro de ansiedad, abandonó el trabajo e incluso con pensamientos suicidas, lo que ameritó la intervención de profesionales para un tratamiento adecuado.
23.000 euros de multa y orden de alejamiento/contacto por toda vía durante dos años fue la decisión del tribunal.