Listen to this story
--:--
4:03
Alemania no acepta la propuesta de Bielorrusia de acoger a 2.000 migrantes
El Gobierno de Alemania ha mostrado claramente su rechazo de hacerse cargo de los 2.000 migrantes que ahora mismo están en un centro de acogida en Bielorrusia cerca de la frontera con Polonia, junto a la ciudad de Grodno.
Donde se ha podido apreciar la eficacia de las fuerzas polacas para impedir que este grupo de personas puedan atravesar la frontera.
Sin embargo, para las autoridades de Bielorrusia esta situación empieza a convertirse en un problema, quienes están temiendo que todas estas personas ilegales se atrinchen indefinidamente en el almacén de logística que le han habilitado desde la semana pasada.
Esto como una decisión del gobierno local para salvarles del frío por las bajas temperaturas que se están presentando y por la falta de alimento.
Así mismo, el jefe del Departamento de Migración del Ministerio del Interior de Bielorrusia, Alexéi Begún, ha reconocido este martes en unas declaraciones ante la prensa "las personas que se encuentran actualmente en la frontera de Polonia y Bielorrusia".
No se ha solicitado un estatus de refugiado
De esta manera se ha podido conocer que los 2.000 refugiados en el centro de acogida aún no han solicitado a las autoridades encargadas su estatuto de refugiados o protección subsidiaria.
De acuerdo con las palabras de Alexéi Begún "estos migrantes lo que desean con insistencia es poder irse a los países de la Unión Europea, la mayoría de ellos tienen familiares en Alemania".
"Es el momento más indicado, los representantes del ACNUR, la agencia de la ONU para los Refugiados, todos ellos están en Bielorrusia manteniendo conversaciones ahora mismo con los organismos gubernamentales para la creación de medidas conjuntas que permiten resolver la crisis migratoria" ha agregado Begún.
Según el jefe del Departamento de Migración todo esto consiste en poder retornar a sus lugares de origen a quienes así lo soliciten o para los que no deseen volver, poder encontrar un tercer país que los quiera recibir.
Los migrantes no desean quedarse en Bielorrusia
Si de algo está claro el gobierno bielorruso es que todos estos migrantes no quieren quedarse en Bielorrusia y en particular los 2.000 que están en la frontera.
La semana pasada el presidente Alexander Lukashenko pidió a la canciller germana Angela Merkel, que los admita mediante un corredor humanitario para que salgan lo ante posible hacia Alemania.
Tanto así que Lukashenko ha propuesto antes de hablar con Angela Market que salgan varios vuelos desde Minsk a Múnich.
Sin embargo, Bielorrusia no ha recibido una respuesta positiva de Berlín. Es de allí el miedo de las autoridades bielorrusas de que todas estas personas se terminen quedando estancadas en su país, y una posible deportación podría generar desórdenes y expulsiones forzadas.
Es así como Natalia Eismont, portavoz de la presidencia bielorrusa ha afirmado el pasado jueves que en el país hay actualmente alrededor de 7.000 migrantes procedentes de Irak, Libia, Afganistán y Siria de los cuales 5.000 estarán siendo repatriados a sus países de origen.
Regreso de los migrantes
El primer avión con migrantes salió el pasado jueves con destino a Irak desde Minsk con alrededor de 400 personas y está previsto que un segundo vuelo se haga a finales de noviembre.
Begún ha informado este martes, que el día lunes 118 migrantes abandonaron Bielorrusia y esperan que muchas otras personas hagan lo mismo.
Por otro lado, Ned Price, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, ha condenado drásticamente al régimen de Lukashenko por propiciar una forma inhumana de migración irregular mediante sus fronteras.
Así mismo Ned Price ha adelantado que se prepara una nueva tanda de sanciones para contrarrestar todo lo que pretendes hacer las autoridades bielorrusas. "Coloque un fin de inmediato a su campaña de orquestar flujos migratorios a través de la coacción" comentaba Price.
De acuerdo con sus palabras el objetivo es conseguir que Lukashenko rinda cuentas por todas estas acciones, pero también por todos sus ataques a los derechos humanos, la democracia y las normas internacionales.