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Biden se dirige al Congreso para no interrumpir el traslado de detenidos de Guantánamo
El presidente se comprometió a cerrar la cárcel, sin embargo, hasta el momento ha trasladado a un solo prisionero
Joe Biden ha aprobado esta semana la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, el proyecto de ley anual presupuestaria para Defensa, con asignaciones de 770.000 millones de dólares que incorporan un aumento salarial del 2,7% para los individuos del ejército.
Ese plan de gastos es uno de los pocos que cuentan con ayuda de dos grandes partidos, en un periodo de increíble polarización política.
Sin embargo, en su firma, el presidente de EE. UU., combatió que la ley mantenga el tráfico de una antigua garantía demócrata: cerrar la cárcel militar de Guantánamo, en la base estadounidense de la Bahía de Cuba de dicho nombre. En el cual alberga a los prisioneros retenidos por el Ejército de EE. UU. durante la "guerra contra el terror" liberada luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En una afirmación, el presidente estadounidense, elogió la marcación de un cargo del plan de gastos para defensa que da ventajas importantes, y desarrolla la equidad para el personal militar y sus familias. Apoyando también, medidas básicas para mantener la seguridad de Estados Unidos.
Asimismo, condenó la calidad perpetua de dos acuerdos que impiden la utilización de los bienes del gobierno para el intercambio de prisioneros a naciones específicas, o a los propios Estados Unidos, sin cumplir condiciones especiales que sabotean indebidamente la capacidad del poder presidencial para decidir cuándo y dónde se puede manejar a los prisioneros en la Bahía de Guantánamo y a dónde trasladarlos después de su libertad.
Según el presidente estadounidense, estas limitaciones dificultan que su Gobierno pueda seguir las opciones legales con respecto a los presos, o pacte con diferentes naciones el traslado de prisioneros sin poner en riesgo la seguridad pública. Por eso, Biden exigió al Congreso, eliminar dichas restricciones lo más breve posible.
Las disposiciones del proyecto de ley del plan financiero podrían ser un impedimento para la clausura de Guantánamo, pero este tema tampoco parece haber sido realmente importante para el presidente estadounidense.
Biden advirtió en los esfuerzos de su antecesor demócrata, Barack Obama, para cerrar la cárcel militar, imagen de una parte de los malos tratos de Estados Unidos en la acusación y disciplina de presuntos opresores terroristas.
Obama se impuso en la disminución significativa de la cantidad de privados de libertad, no obstante, el cierre completo se le impidió.
El lado republicano, en todo caso, no contó con ayuda para cerrar la prisión militar. En la administración de Donald Trump, solo un preso fue trasladado fuera de la cárcel, y en el Congreso los legisladores republicanos exigen desalentar la clausura.
Ahora mismo, existen 39 presos que permanecen en Guantánamo, frente a los 800 que han sido trasladados a sus celdas desde el 2001, y la mayoría de ellos no han recibido sus cargos.
Según su jefa de Prensa, Jean Psaki, el presidente Biden, se mantiene totalmente dedicado a cerrar Guantánamo. Declaración que se puede asegurar, ya que, en su primer año en la Casa Blanca solamente se ha trasladado a un solo preso.
La primavera anterior, en una reunión de los 24 legisladores demócratas, se firmó una carta en la que obligaban a Biden a llevar a cabo dicho cierre y aseguraban que, con voluntad política y actividad rápida, se podría realizar. Medidas que Biden actualmente no parece encontrar para dicha propuesta.