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Bolsonaro asegura que "Lula no tiene futuro político
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que su principal contendiente, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, "no tiene futuro político" por estar salpicado por la corrupción; y tampoco siente que su anterior ministro de Justicia, Sergio Moro, sea un peligro electoral.
Bolsonaro, que pretende ser reelegido en las elecciones de octubre de 2022, a pesar de que aún no ha formalizado su nombramiento, minimizó la valía de los dos aspirantes que más le comprometen en las encuestas, diez meses antes de las elecciones,.
En sus declaraciones, el presidente mencionó que para Lula no hay futuro. "No hay más futuro para el expresidente. Su vida política está acabada. El tiempo del PT (Partido de los Trabajadores) está terminado y está marcado por la corrupción en Petrobras, en el Correo, en todo; por el clientelismo, por su poco compromiso a la cosa pública", dijo Bolsonaro.
Lula, que representó a Brasil entre 2002 y 2010 y que no pudo disputar las elecciones de 2018 al ser acusado por los tribunales de segunda instancia, en procedimientos de corrupción, impulsa las encuestas por la Presidencia en 2022 con alrededor del 45% de aprobación.
El expresidente, habilitado políticamente garantiza que se decidirá en el inicio de 2022 si acepta o no su postulación a la presidencia.
Lula, en las encuestas, duplica en intención del voto a Bolsonaro (25%) y lo superaría por una gran diferencia en una potencial segunda Vuelta.
En los últimos años, Brasil, se ha caracterizado por estar completamente polarizada políticamente entre Bolsonaro y Lula.
Moro aparece a partir de ahora como el tercero en las encuestas, con alrededor del 10% de la intención del voto, tras su nuevo alistamiento en el partido Podemos y las reuniones que ha tenido recientemente con jefes políticos de diversos toldas.
Moro, surge como principal opción para una tercera vía, fue la autoridad designada que condenó a Lula por corrupción.
La notable aceptación por quien fue Primer Ministro de Justicia, llevó a Bolsonaro a centrar su ataque contra el ex juez, quien tiene influencia en los partidos de derecha y centroderecha.