Continúa la paralización de policías federales en México
Desde el miércoles 3 de julio del presente año, se han producido diversos actos de protesta de los policías federales que no están conformes con el plan de integración con la Guardia Nacional, en México.
Más de cien elementos rechazaron los acuerdos alcanzados hasta el momento con el Gobierno Federal y han desconocido a sus representantes en la comisión negociadora con las autoridades y han rechazado los acuerdos alcanzados.
Es evidente que se ha producido una división en el liderazgo de los policías federales protestantes, por lo que la crisis continúa y el paro nacional se prolonga.
El grupo disidente exacerbó su actitud inconforme al enterarse que las autoridades han expresado la instalación de mesas para asignar otras tareas a los uniformados que quieran seguir trabajando o decidan iniciar el trámite para su liquidación.
Cuando los representantes de los policías federales estaban explicando que el gobierno les ha ofreció varias opciones como integrarse al Instituto Nacional de Migración, Aduanas, Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados, Comisión Nacional de Búsqueda, Sistema Penitenciario y las Unidades de Medidas Cautelares, en caso de no querer unirse a la Guardia Nacional, el grupo disidente estalló.
Los exaltados protestantes acusaron de viva voz a sus representantes de haberse vendido les exigieron abandonar la mesa de negociación.
El Gobierno Federal ha manifestado en diversos medios que la situación es culpa de la oposición, a policías corruptos y a gente externa de instigar una revuelta y manifestó que no es casualidad que los agentes inconformes soliciten al ex presidente Felipe Calderón que sea su dirigente.
Esta idea de que el ex mandatario mexicano fuera su representante en el conflicto también generó diferencias entre los actores involucrados. Por su parte, Felipe Calderón rechazó estar detrás de la crisis suscitada.
Los agentes policiales reclaman mantener la estructura de la Policía Federal, así como respetar las prestaciones, integración a la Guardia Nacional como Policía Federal, reincorporar nuevamente a la corporación al personal comisionado al Instituto Nacional de Migración, y garantías de que no habrá represalias.
Como medida de presión, los policías disidentes han bloqueado el tránsito en distintas autopistas del país por segundo día consecutivo. Lo cual compromete aún más la seguridad en un país que se ha caracterizado por estar convulsionado por diversos flagelos sociales como el narcotráfico.
