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Estados Unidos afirma que defendería a Taiwán si China lo ataca
El presidente de los EE. UU. Joe Biden, ha asegurado el día de ayer que los Estados Unidos estarían dispuestos a intervenir con su ejército en caso de que se ejecute un ataque de China a Taiwán.
Hay que recordar que el dirigente asiático considera a Taiwán como parte de su soberanía.
Asimismo, el presidente de China ha estado aumentando la presión militar en Taiwán los últimos meses, razón por la cual, Biden se ha pronunciado y ha mostrado su apoyo.
Fue así como en la noche de ayer el presidente de los EE. UU. participo en un town hall, un encuentro entre votantes, el cual fue televisado por la cadena CNN.
Durante el programa se le preguntó si iría en defensa de Taiwán en caso de que sufran alguna agresión por parte de China.
A esta pregunta el mandatario respondió lo siguiente: "Sí, tenemos un compromiso con ellos".
Esta ha sido una declaración que refuerza los acuerdos hechos en agosto, cuando el mandatario comparo el acuerdo de los Estados Unidos con Taiwán, donde hicieron un pacto de mutua defensa de la OTAN.
Lo cierto, es que la Ley de Relaciones con Taiwán, de 1979, establece el compromiso que tiene los Estados Unidos para asistir a Taiwán en el mantenimiento de su capacidad defensiva.
Se trata de un compromiso que se ha mantenido durante muchos años sobre la implicación de los estadounidenses en un supuesto conflicto que los tenga a ellos en el medio.
Joe Biden afirma que defendería la isla
Joe Biden, en ocasiones anteriores ha colocado a China como la pieza central de su política exterior, pero se ha encargado de certificar que están dispuesto a socorrer a la isla en caso de que se vean atacados.
Esta ha sido la única alusión de asuntos de política exterior durante la comparecencia, donde en la mayoría del tiempo se ha dedicado a los abundantes frentes abiertos que tiene la casa de Biden, cuando esta a punto de cumplirse el primer aniversario de su victoria ante el expresidente Donald Trump.
Una de las principales razones que llevaron a Biden ganas las elecciones electorales y llegar a la Casa Blanca fue la pandemia de Covid-19.
Recordando que durante su campaña electora prometió a los estadounidenses cambiar el rumbo desastroso que llevaba la gestión de la pandemia, y con la llegada de las vacunas a suelo norteamericano Joe Biden tenía todo a favor.
Sin embargo, en los Estados Unidos existe una población muy grande que no está dispuesta a vacunarse, por lo que su incapacidad de imponer la vacuna o convencer a estas personas y sumado a ello el gran impacto que ha tenido la variante Delta, han desviado un poco sus esfuerzos por controlar efectivamente la pandemia.
De acuerdo con esto, Joe Biden comentó lo siguiente: "Espere hasta el mes de julio para hablar sobre imposición de la vacuna obligatoria, ya que quería tratar todas las opciones posibles. Los mandatos están funcionando".
Asimismo, el presidente de los Estados Unidos ha hablado sobre las directivas de la vacunación para los niños de 5 y 12 años, las cuales dijo que llegaran muy pronto, solo será cuestión de algunas semanas y de igual forma aseguro que las vacunas son claves para el mantenimiento de los empleos y la economía en el país.
Los gastos socioeconómicos
Gran parte del programa estuvo centrado en la atención puesta en su agenda legislativa, la cual ha estado bloqueada en el Congreso debido a que no se ha podido llegar a un acuerdo con los republicanos y la guerra interna que existe allí adentro con los demócratas.
Fue así como ha hablado sobre sus planes de gasto socioeconómicos, esta es una de las partidas faraónicas de 3,5 billones de dólares, a la cual se niegan dos senadores demócratas moderados. Los demócratas tienen la mayoría en la cámara alta, por lo que no se puede permitir ninguna defección.
Como un intento de solución a todo esto, Joe Biden ha aceptado en rebajar las peticiones, eliminar partidas sociales y reducir la factura. También ha asegurado que es bastante optimista sobre un posible acuerdo entre los demócratas y detallo algunas de las rebajas que se plantea.
Algunas de ellas pueden ser las bajas médicas o por maternidad que será solo de cuatro semanas, en vez de las doce planteadas desde un comienzo o la eliminación de cursos universitarios de dos años gratuitos. Pero para poder llevar a cabo esas leyes presupuestarias, el presidente de los EE. UU. solo necesita la aprobación y el apoyo de todos los demócratas.
Sin embargo, para la mayoría de decisiones que toma el senado, se necesita el de al menos 10 senadores republicanos. Lo cual se debe al filibuster, un mecanismo legislativo que exige una mayoría reforzada y que en los últimos meses no se ha conseguido.
Joe Biden desde un comienzo se ha mostrado a favor del filibuster, ya que considera que es una forma de que la minoría del senado tenga cierto poder. Pese a eso, se ha mostrado con toda la disposición de cambiarlo en asuntos significativos como la reforma sobre voto.
