Escuche esta historia
--:--
5:40
La nueva presión de Putin a Biden: Si la OTAN ayuda a Ucrania, no habrá paz
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió a Moscú del precio que tendría atacar a Ucrania. Lo hizo durante su encuentro con el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, quien garantizó que Rusia no quiere ningún conflicto, pero pidió algo a cambio de solucionar los problemas actuales: no más despliegue de la OTAN hacia el Este.
Esto implica que Ucrania no se una nunca a la Alianza Atlántica, ni como parte ni como aliada.
El canciller ruso ha repasado las garantías que el Kremlin ha pedido a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, para garantizar que no buscará su ampliación hacia las líneas de Rusia.
En este sentido expresó que "una nueva ampliación de la OTAN hacia el este afectaría a los intereses fundamentales de nuestra seguridad" dijo.
Los socios han blindado la oportunidad para que cada nación pueda unirse a la coalición, "nosotros nos remitimos a un artículo del derecho internacional sobre que cualquier estado está en su derecho de elegir la forma de garantizar sus intereses legítimos en materia de seguridad".
Se trata de una advertencia a Washington, pero también a Kiev, donde cualquier referencia a los "intereses" rusos en "materia de seguridad" hiela la sangre.
El presidente ruso, Vladimir Putin, se quejó durante la semana actual del apoyo militar a Ucrania y advirtió a la OTAN de que no introduzca sistemas antimisiles en Ucrania.
Lavrov, hablando en una reunión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, prosiguió en esta línea, advirtiendo que "la arquitectura de la estabilidad estratégica se está desmoronando de manera acelerada".
La culpa es de Occidente: "La infraestructura militar de la Alianza se aproxima a nuestras fronteras". "La transformación de nuestros países vecinos en plataforma de enfrentamiento contra Rusia y el despliegue de fuerzas de la OTAN cerca de zonas estratégicamente importantes para nuestra seguridad es categóricamente inaceptable", declaró el presidente ruso.
Un vecino a las armas
En 2014, Rusia se adhirió a la península ucraniana de Crimea y coordinó la etapa armada de una rebelión en Donbas que ha visto a Kiev fracasar en el control de dos capitales provinciales.
El coste ha sido asombrosamente alto: 14.000 bajas. Han pasado siete años y cada vez es más difícil localizar a un ucraniano que no conozca a alguien que haya muerto en el conflicto.
Rusia ha sido, sin quererlo, el principal patrocinante de la OTAN en el país vecino. El 58% de los ucranianos necesita hoy que Ucrania se incorpore a la Alianza Atlántica, como indicaba una encuesta de hace un mes.
En marzo de 2014, el mismo mes en que Rusia se anexó Crimea, la adhesión a la OTAN solo contaba con un 13% de apoyo. Desde comienzo del conflicto, Ucrania ha elegido efectivamente a dos presidentes y ha combinado su personalidad basándose en su rechazo a Rusia, que la asaltó en 2014 de forma inequívoca para evitar que se uniera a la Unión Europea y a la OTAN.
"Ahora resulta que esto puede suceder incluso sin entrar en la OTAN", señala Alexander Baunov, del Centro Carnegie de Moscú, ya que Ucrania es ahora, por definición, una nación agraviada, preparada para acoger aviones, barcos y tropas militares, en apoyo a su ejército.
La expresión "conflicto congelado" se utiliza regularmente para aludir a Donbas. Igualmente, siguen muriendo soldados y ciudadanos comunes.
Hay variedades aún por determinar de las potencias: Ucrania espera conseguir más armas de Estados Unidos y está utilizando eficazmente drones de Turquía, que también es parte de la OTAN, contra los separatistas,
"Los preparativos militares de Rusia y la petición de garantías por parte de Putin para su flanco suroeste señalan que Rusia reconoce el peligro de coexistir junto a un país como Ucrania, dispuesto a fortificarse. Es un escenario que Moscú no quiere aceptar, aunque aún no sabe qué hacer al respecto", dijo Baunov.
Lavrov condenó el abastecimiento militar de Ucrania, ya que acciona el estado de ánimo de Kiev "instiga los ánimos de Kiev de sabotear los acuerdos de paz de Minsk y alimenta la ilusión de una solución armada"
Integridad ucraniana
El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, se entrevistó igualmente con Lavrov, ante quien salvaguardó la integridad territorial de Ucrania.
Desde Rusia se ve que Joe Biden -que ha concluido de forma discutible la misión de dos décadas de Estados Unidos en Afganistán- se encuentra todavía entre la importante reorientación hacia Asia, que es la nueva necesidad, y la misión de contener a Rusia en Europa, que es todavía una marca global para Washington "Según Putin, la tensión crea oportunidades: estas son las lecciones de la Guerra Fría", señalaba Fyodor Lukianov, administrador del Consejo de Política Exterior y de Defensa, en el periódico ruso 'Kommersant' días antes.
Rusia reprocha a Ucrania el envío de la mitad de sus militares -125.000 oficiales- en Donbás.
Ucrania critica que el asalto ruso es inevitable porque hay 90.000 soldados en sus líneas. Moscú concede una centralización de unos 10.000 soldados para los movimientos de invierno.
Las fotografías por satélite descubrieron lo que, según el gobierno ucraniano, son unidades del 41º Ejército ruso reunidas en Yelnya, una ciudad rusa situada a 260 kilómetros al norte de la línea ucraniana.
Sea como fuere, al igual que en la intensificación del conflicto del abril pasado, los investigadores difieren sobre si hay un número adecuado de fuerzas a lo largo de la línea para una intrusión.