Protestas en Hong Kong lograron su misión y el proyecto de ley de extradición es cancelado

Fernando
Fernando
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Después de largas semanas de protestas y discusión política, Carrie Lam jefa del gobierno autónomo, ha manifestado que el proyecto de ley de extradición ha quedado parcialmente cancelado, lo que no convence a los manifestantes.

Protestas en Hong Kong lograron su misión y el proyecto de ley de extradición es cancelado

Han sido las 13 semanas más caóticas de Hong Kong. Los manifestantes han bloqueado desde un pequeño parque en la ciudad hasta el aeropuerto internacional. Como muestra de que el camino es eliminar este proyecto totalmente, se registró un aumento en la bolsa de Hong Kong de un 3%, aunque los manifestantes aseguran que este pronunciamiento realmente llego muy tarde.

Los manifestantes consideran que el daño que ha causado este proyecto es culpa del gobierno, que al final término cediendo lo que desde el día uno se planteaba. Ahora, los manifestantes aseguran que el proyecto no se ha terminado en su totalidad y que solo quieren una etapa de calma para que los ánimos se apacigüen y las fuerzas se dividan.

Esta hipótesis de que el gobierno autónomo todavía quiere aprobar el proyecto, surge a raíz de que se aproxima el 1 de octubre, día en el que se celebra el 70 aniversario de la fundación de la República Popular de China.

“Es una cortina de humo, con la intensión de dividirnos”, aseguraron los líderes de las manifestaciones que además aseguran que el gobierno intenta alejar la atención de la prensa internacional y local. También añadieron que la violencia en las protestas se debe a una respuesta en defensa propia, señalando a la policía de Hong Kong como la responsable de los disturbios.

Sin embargo, lo que empezó como una sola exigencia de retirar el acuerdo, se convirtió en una lista mayor de exigencias. Entre ellas resalta que se cree una comisión encargada de vigilar el comportamiento de la policía y el uso excesivo de la fuerza.

Por lo pronto, Carrie Lam manifestó a la opinión pública que no aprobara ninguna de las exigencias de los manifestantes, que buscaban un país más democrático, seguro, económico y socialmente amigable.

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