Importancia del hígado
El hígado tiene la responsabilidad de suplir diversas funciones a nivel metabólico en el organismo, razón por la cual la medicina china le considera uno de los órganos que demanda mayor atención.
La preservación de su salud se traduce a bienestar general, pues contribuye a depurar, a la par que promueve la energía, pero ¿cómo cuidar el hígado?
Medidas básicas para conservar la salud del hígado
En líneas generales, para limpiar el hígado se requieren dos medidas elementales: por un lado, seguir una dieta baja en grasa, y por el otro, evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Además, es indispensable el consumo de alimentos de fácil digestión y la correcta hidratación.
Señales de un hígado sobrecargado
Estreñimiento, falta de concentración, constantes indigestiones, sensaciones de enfado o apatía sin razón, piel seca e incluso, dificultad para tomar decisiones, son algunas de los síntomas que suelen dar indicio de que el hígado demanda atención urgente ¿la solución? una dieta colmada de alimentos adecuados.
¿Qué comer para limpiar el hígado?
En primera instancia, es aconsejable la sustitución de mantequilla o margarina por mermeladas, y evitar el consumo de alimentos flatulentos, pues por lo general, las enfermedades hepáticas se acompañan de dolor abdominal, cuadro que evidentemente complican los gases.
En este sentido conviene descartar la ingesta de coliflor, repollo, brócoli y bebidas gaseosas.
Las grasas también saldrán de menú como la tocineta, queso crema, carnes grasas, embutidos, quesos amarillos, mayonesa, aceites, salsas, leche y yogures completos y la preparación de los alimentos habrá de hacerse a la plancha, horneados o hervidos.
Por último, se recomienda reemplazar los condimentos por hierbas y alimentos naturales como el ajo, para sazonar los platos, que serán consumidos cocidos, evitando la ingesta de frutas y de vegetales crudos.
Alimentos para un hígado sano
Alcachofas: debido a la presencia de silimarina en su composición, cuentan con excelentes propiedades desintoxicantes para el hígado, bastando con comerlas – crudas o cocidas al vapor – o en infusión acompañada de zumo de limón 2 a 3 veces por semana.
Puerro: al igual que la cebolla y el ajo, el puerro concentra grandes cantidades de compuestos azufrados, aliados indispensables para devolverle la salud y el buen funcionamiento al sistema hepático.
Espárragos: el agua y azufre imperante en la composición del esparrago le convierte en ingrediente clave en la eliminación de tóxicos a través de la orina, así como en la formación de aminoácidos azufrados esenciales parar el proceso de limpieza.
Garbanzos: en la lista no podía faltar la fuente natural de aminoácidos, necesarios para la formación de enzimas que intervienen en el metabolismo de limpieza hepática.