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Vence tus complejos: Una guía práctica para deshacerte de ellos
¿No te consideras lo suficientemente importante? O ¿vives viéndote por debajo del nivel promedio? Si es así podrías estar luchando con un fuerte caso de complejos. Estos son los enemigos principales del éxito, ya que viven consumiendo tu confianza.
Está bien reconocer nuestra incapacidad en alguna situación, pero el pensar que somos inútiles o inservibles es un problema mayor que debe enfrentarse. A menudo las personas acomplejadas suelen ser presas de otras con mayor seguridad que las manipulan.
Los complejos pueden provenir de muchas razones, pero afectan múltiples áreas de la vida del que los posee, por eso conviene vencerlos.
Si estás luchando con este problema en tu vida o quieres ayudar a alguien, presta atención a cómo identificarlos y vencerlos.
Identifica: ¿Cuál es el problema?
Lo primero que debes reconocer es que lo que está pasando ni es normal, ni está bien, no estamos diseñados para ser acomplejados.
A continuación, te mostraremos algunas características que te ayudaran a identificar si estás luchando con un complejo.
Desagrado físico
Los complejos más comunes están relacionados con nuestra figura, por lo general se rechaza algún aspecto de nuestra imagen y evitamos mostrarla.
La obesidad, el color de piel o algún desperfecto físico puede ser causante de que alguien sienta menosprecio.
Llega a ser tan imponente este aspecto que incluso sin importar que haya buena opinión externa la persona aun así se rechaza a sí misma.
Búsqueda de aceptación
La condición del acomplejado lo lleva a una constante búsqueda de aceptación por parte de la sociedad o un grupo en específico.
Esta necesidad de aprobación externa es tan intensa que lo puede llevar a violentar sus principios y valores para conseguirla.
Inseguridad o exceso de ella
Por un lado, tenemos a las personas que no se valen por sí mismas para tomar ninguna decisión, lo que los hace sentir inferiores y dependientes.
En el segundo caso, están las personas que se consideran superiores en todo y no requieren del consejo de nadie.
Ambos casos son una conducta errónea que poco favorece al desenvolvimiento de un individuo en muchos de sus escenarios habituales.
Inestabilidad emocional
Esta característica es plenamente evidente en personas que luchan por aceptarse, ya que son controlados por sus estados de ánimo.
Son altamente sensibles y su carácter puede variar en segundos tan solo con escuchar una opinión desfavorable sobre ellos.
Les cuesta establecer relaciones y lasos afectivos estables, porque se sienten compatibles con muy pocas personas. En ocasiones solamente comparten con quienes tienen complejos similares.
¿Cómo enfrento el problema?
No se trata de una fórmula mágica, o una terapia que debas realizar a diario. La verdad es que nada más hace falta conocer algunas verdades que te den otra perspectiva. No importa cuál sea tu complejo antes de pensar en él piensa en lo siguiente.
Eres único
El primer punto a tu favor es tu autenticidad natural, que va por encima de tus defectos y apariencia física.
Los seres humanos somos una mezcla de virtudes y defectos que le da el matiz perfecto a nuestra personalidad, aprende a identificar los tuyos y resalta más tus fortalezas.
No te desprecies por tus debilidades, ya que, aunque los demás no lo admitan también tienen sus propios defectos. No hay perfección en nadie por más que lo aparente.
La opinión que más importa es la tuya
Las personas tienen gustos tan variados como un abanico, así que no esperes que su aprobación sea la que defina tus acciones.
Lo primordial es lo que a ti te haga feliz, tu estándar de aceptación eres tú mismo, consulta a otros, pero sin darle mayor relevancia.
La sociedad se equivoca
Vive según tus principios y valores no según los estándares y tendencias de la sociedad, ya que se ha demostrado muchas veces que actúan erróneamente.
Los medios de comunicación a menudo venden ejemplos falsos, vacíos y sin sentido de cómo vivir.
Ideas tan simples como que, el estatus económico define la felicidad, o que liberalidad sentimental provoca daño, son ejemplos de malos conceptos que se nos trasmiten.
No te compares
La fuente más efectiva para la desmotivación son las comparaciones, evítalas a toda costa tanto en ti como para con otros cercanos a ti.
Si vez que alguien posee un talento diferente o mejor al tuyo no te incomodes, motívate a ser mejor sin sentir envidia o celos.
Todos tenemos talentos diversos y nadie es bueno en absolutamente todo, así que aprovecha tus fortalezas y acepta tus debilidades con tranquilidad.
Inspírate en otros
Habiendo aclarado lo dañino de la comparación, dale paso a la inspiración. La vida de grandes personajes a lo largo de la historia resulta un buen motor de impulso.
Todos los héroes, inventores, pioneros y muchos más, fueron personas con defectos que triunfaron.
Cuando se analiza la vida y las dificultades de otro como una fuente de motivación, se consiguen muy buenos resultados y una actitud positiva.
Ríete de tus propios defectos
Esto podría parecer un tanto alocado o sarcástico, pero sin importar cuan grave sea, es sano asumirlos con buen humor.
Si tú puedes ver con gracia tus debilidades te estás blindando ante la burla de cualquier externo y no serás afectado fácilmente.
Reírse de sí mismos aumenta tus niveles de confianza y autoestima, pues es una actitud mucho más productiva que la ira, la depresión o la frustración.
La verdad más importante que debes conocer
Un complejo no favorece a nadie en ninguna de las áreas de su vida, solo consiguen llevar personas al fracaso.
No es un asunto para tomarlo con simpleza hay que hacerle frente de la mejor manera, hasta conseguir vencerlo y recuperar toda confianza en sí mismos.
Los complejos nada más están en nuestra mente, no hay condiciones físicas que nos hagan ser personas de menor valor o estima que otras.
Todo complejo se puede vencer, únicamente es cuestión de determinación, ya que su existencia depende del valor que le otorguemos.
