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Frutas para diabéticos: ¿cuáles sí y cuáles no?
Las frutas para diabéticos son motivo de consulta habitual en el ámbito nutricional en estos pacientes. Sí, cuando su condición se hace de larga data, tienden a surgir la siguiente interrogante: “¿Doc… y qué puedo comer?”
Aunque parezca un tema superficial, lo cierto es que posee toda una base científica y médica detrás. Es por ello que se debe instruir con respecto al tema y llevar a cabo una buena dieta.
¿Qué fruta para diabéticos es la mejor?
Normalmente, tanto el paciente como familiares consulta por ayuda acerca de qué fruta para diabéticos es la mejor. Sin embargo, no existe abiertamente una que marque la pauta, ni que sea predilecta.
De hecho, las frutas puede seguir siendo un alimento común en la dieta para diabetes mellitus. Si bien son de mucho cuidado, la opinión experta del nutricionista puede moderar su consumo hacia una forma segura.
Aun así, si lo que se amerita es un menú de opciones, pues es posible discernir frutas para diabéticos de alto valor nutricional. Dentro de tantas, destacan las siguientes:
Naranja
La naranja es una fruta catalogada como cítrica y un porcentaje disminuido de carbohidratos. En ese sentido, su información dietética establece que apenas cuenta con 12 g de dicho nutriente por cada 100 gramos.
Al manejar una baja tasa de carbohidratos (azúcares), la glicemia (nivel de azúcar en sangre) no se alterará en demasía. A su vez, un consumo moderado o escalonado, disminuirá, todavía más, las probabilidades de un descontrol metabólico.
Por otro lado, la naranja es una de las principales frutas portadoras de vitamina C. De acuerdo con sus datos nutricios, proporciona hasta 53 mg de dicho complejo vitamínico por cada 100 gramos.
Manzana
La manzana funciona como fruta para diabéticos de un alto calibre. Sobre todo, puedes priorizar el consumo o la compra de aquella con la cáscara verde como tal.
A grandes rasgos, es una fruta con un índice glucémico que oscila entre el 30 a 50 por ciento. Partiendo de ese dato, entonces se considera óptima para el consumo en diabéticos, sin ningún problema.
Por otro lado, la manzana es fuente abierta de vitaminas y minerales, así como propiedades antioxidantes. De ese modo, se mejora la calidad nutricional del paciente diabético a corto o largo plazo.
Cambur, banano, banana o plátano
El cambur, banano o plátano es una de las frutas más consumidas en países tropicales o de Latinoamérica. Sin importar el nombre que reciba por región, está claro que su valor nutricional y energético es trascendental.
No obstante, es una fruta con un valor alto de carbohidratos por cada 100 gramos. Siendo específicos, aporta entre 23 a 25 g de este nutriente englobado en la cifra antes mencionada.
Afortunadamente, con un plan dietético acorde y moderando las raciones, es totalmente seguro para el diabético. Inclusive, se trata de una de las frutas con gran aporte energético, calórico, electrolítico y vitamínico del mercado global.
Otros tipos de frutas para diabéticos
Tanto la naranja como la manzana y la banana, son frutas de primera jerarquía para la dieta diabetógena. No obstante, no quiere decir que no exista un subgrupo que pueda ser aprovechado.
Para fines prácticos, el arándano, ciruela, kiwi, fresa, mandarina o durazno, también son recomendables. Básicamente, procurar aquellas con un gran contenido de vitamina C y, por ende, que sean cítricos.
Mientras el paciente esté bajo control médico y nutricional, ninguna fruta para diabético debería causar un desbalance. Ante ello, es primordial establecer un seguimiento de la enfermedad y avocarse a lo que los profesionales planteen.
¿Qué frutas no pueden comer los diabéticos?
Así como existe la pregunta sobre qué fruta para diabéticos es mejor, igualmente se tiene la interrogante contraria. Por tanto, es priorízate en mantener eso en mente.
Las frutas con mayor contenido de carbohidratos y, por ende, de azúcar, son el melón, la lechosa (papaya) y las uvas. Conjunto a ellas, se mencionan otras comunes como la sandia e higos.
Por otro lado, no es aconsejable acudir a frutas que vengan enlatadas. La razón radica en que son embalsamadas en almidones u otros carbohidratos complejos que pueden alterar la glicemia.
Como último tip, es preferible el consumo de la fruta entera que en jugos. Cuando la fruta es batida o licuada, se escinden sus componentes intrínsecos, precipitando la glucosa. Además, la tendencia a añadir azúcar exógena puede causar un desequilibrio metabólico relevante.