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Los pasos más asertivos para tomar decisiones y asumirlas positivamente
Para muchos resulta sencillo tomar las riendas de sus acciones y moldear su camino bajo sus términos sin verse afectados, pero para otros no es tan sencillo. El tomar decisiones y lidiar con sus resultados es un proceso que puede ser nuevo para las personas inseguras.
Hay una fórmula segura, y es que toda decisión que tomes va a generar respuestas positivas o negativas, de inmediato o a futuro, por esta razón de ellas depende básicamente todo.
El ser una persona que decida acertadamente no es cuestión de asar, sino de razonamiento y estrategia. Por ello, aquí te enseñaré algunos consejos que te ayudaran a fortalecer tu capacidad de independencia al decidir.
Pasos para toma de decisiones efectiva
No existe un manual que te indique paso a paso que hacer para decidir, ya que algunas veces se debe accionar de formas atípicas de acuerdo a la situación. Pero, si buscas conocer algunos aspectos que te lleven a inclinarte a lo más efectivo, sigue estos pasos.
Analiza con calma y claridad
Hay ocasiones donde nos toca determinar nuestro accionar con rapidez por algunos factores, pero lo más recomendable es no asumir decisiones importantes bajo presión.
Antes de optar por una opción u otra hay que tomarnos el tiempo de evaluar pros y contras de ambas.
Las emociones no son el mejor respaldo para decidir, ante cualquier circunstancia hay que aplicar la lógica y buscar ver el panorama completo.
Siempre es bueno filtrar desde el cristal de beneficios y perdidas, aunque también hay que evaluar el contexto.
Evalúa alternativas
No todo se limita a un sí o no, hay que tomar en cuenta las opciones que existen, y antes de elegir una ruta hay que analizar todos los caminos posibles.
Muchas veces las personas cometen errores al no buscar alternativas, encontrando otras salidas cuando ya es tarde.
Todo conflicto u oportunidad, tiene más de una sola cara, lo importante es no dejarse ganar por la presión y abrir la mente a otras opciones. Cuando optes por una alternativa procura que esta sea lo más cercana y satisfactoria al resultado que buscas.
Elige y ejecuta
El elegir es únicamente la primera parte de lo que implica tomar una decisión, lo siguiente que requiere es la aplicación de esta elección. Al hacer la escogencia solamente se trata de hacer el proceso de descarte de las opciones menos favorables frente a la más rentable.
Tu ejecución se debe colocar en marcha lo más pronto posible, o tu elección puede terminar sin efecto y nada más convertirse en una idea. El ejecutar una decisión no siempre garantiza un resultado inmediato, pero si debes accionar en pasos que generen el objetivo.
Valora el tiempo
No es bueno ser impulsivo, pero tampoco es bueno ser extremadamente precavido y tardar mucho tiempo para dar una respuesta.
El tiempo es un recurso que debe tomarse en cuenta en la toma de decisiones, ya que la duda puede hacernos perder oportunidades.
Siempre ten claro que el tiempo que tardes en resolver un conflicto o en emprender una nueva etapa, son horas que se pierden y pueden incluso hacer que las circunstancias se agraven o desmejoren.
¿Cómo asumo mis decisiones?
Uno de los principales problemas que lleva a las personas a ser dependientes de terceros para la toma de decisiones es el miedo a asumir sus resultados. Esta conducta se convierte en un problema, no obstante, al entender las siguientes verdades se puede superar.
El fracaso es un maestro
Hay que perder el miedo al fracaso y entender que nuestra experiencia de vida se compone de la suma de fallos y aciertos. Fracasar en algo no es señal de debilidad, solamente es parte del proceso para alcanzar el éxito, y las decisiones nos generan resultados o aprendizaje.
Cualquiera de estos dos elementos es útil, así que las decisiones se deben asumir desde un cristal positivo. Pues allí, siempre estamos siendo beneficiados ya sea por acertar o adquirir experiencia para las acciones futuras.
Siempre existe un margen de riesgo
Por más que se estudien y evalúen las opciones y posibilidades, siempre ten en cuenta que hay un margen de riesgo detrás de cualquier elección que tomes. Lo más natural, es que el riesgo sea el menor posible, pero no encajones tus decisiones en este formato.
Hay apuestas en las que una persona puede embarcarse, aunque los pronósticos no sean favorables y terminar saliendo muy bien recompensado. Entender que siempre hay riesgo no debe atemorizarte, sino motivarte para ser más atrevido ante las oportunidades.
Reprocharse no es opción
El analizar los resultados de nuestras decisiones desde un punto de reproche es solo un acto de crítica negativa y destructiva.
No hay nada de sano en utilizar la retrospectiva como una fuente de desmotivación, si miramos atrás el enfoque debe ser distinto.
Decidir es expresión de libertad
Debemos comprender que, sin importar los resultados de nuestras elecciones, el ser capaces de decidir nos hace individuos libres. La libertad es un elemento que le da valor a tus acciones, ya que tú eres el principal juez que va a determinar si fue correcto o no.
El ser determinado es un reflejo de control y seguridad en sí mismo, que fortalece tu actitud emocional haciéndote una persona mucho más capaz de afrontar distintos escenarios.
La importancia aprender a decidir
Nuestra vida está compuesta a diario por una compleja red de decisiones que van desde lo más simple hasta lo más importante, y todo nos afecta. Cada opción que tomes o deseches tendrá resultados que podrías agradecer o lamentar.
Las personas indecisas tienden a ser poco confiables, ya que no saben qué hacer ante situaciones de riesgo y presión, lo que los descalifica frente a buenas oportunidades. Por ello, ser valiente y adueñarse de sus decisiones es el primer paso para ser exitoso.