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Malos hábitos en empleos de oficina que perjudican la salud
Hay miles de maneras de ganarnos la vida, y es que algunos empleos son más exigentes en cuanto a riesgo y cansancio físico que otros. Sin embargo, existen peligros escondidos en los malos hábitos de los llamados empleos de oficina que perjudican sutilmente nuestra salud.
No importa si trabajas para una empresa, o si eres freelancer, hay ciertas costumbres que se incrustan haciéndose parte de tu rutina. Estos terminan afectando la circulación, el rendimiento, la alimentación e incluso, tu mente.
Y si eres parte de este grupo laboral, sin duda necesitas conocer los siguientes hábitos. Pues esta acción tan simple puede prevenir grandes dolores y malos ratos a largo plazo.
Malos hábitos y ¿cómo nos afectan?
Un hábito es un acto arraigado en la rutina diaria, que ejecutamos casi de manera inconsciente, estos pueden ser productivos o dañinos. Los mismos se cultivan con el tiempo y no son fácil de reemplazar, por eso debemos cuidarnos de los malos.
Postura incorrecta al sentarse
Si vas a pasar bastante tiempo frente a la pantalla debes asumir la postura correcta en la silla. Por lo general, las personas tienden a adoptar una mala posición en busca de comodidad y solo terminan haciéndose daño al continuar con ella.
Si tienes un empleo desde casa, lo mejor es adaptar un espacio con las condiciones adecuadas. Si te ubicas en cualquier parte terminarás con la cabeza inclinada por horas, la espalda y las piernas mal situadas junto con dolor en las manos.
Lo más correcto es situar el teclado de forma cómoda. Tu espalda debe estar recta pegada al espaldar. A su vez, tu visión debe estar plenamente de frente sin que tengas que inclinar la cabeza. Ten en cuenta que una mala postura crea daño en la columna, la cervical, el cuello y las manos.
Trabajo sin pausa
Todo tipo de tareas requiere sus respectivas pausas, y no estamos hablando únicamente de un receso para almorzar.
En este tipo de empleos se acostumbra a durar bastante tiempo sentados realizando actividades sin tomar micro descansos, lo cual sobre carga tu mente.
No se trata de trabajar de manera descuidada e ineficiente, sino de establecer pequeños espacios de escape entre tareas cada cierto tiempo.
Esto le permite a la mente oxigenarse, puede ser solo levantarse y estirar el cuerpo o dar una caminata corta.
Cuando no se hacen estos micro descansos, el estrés aumenta y nuestro cuerpo se llena de rigidez. En vez de subir el rendimiento lo que se multiplicará es el cansancio al final de la jornada, tanto que puede afectar hasta nuestro sueño.
Comer golosinas en exceso
Por lo general, el pasar mucho tiempo sentados en actividades informáticas genera cierta ansiedad, que muchas personas la calman con golosinas. Y aunque uno no hace daño, cuando esto pasa ser algo excesivo puede convertirse en un problema.
El consumo de azúcar en pequeñas dosis es productivo, ya que genera energía. Pese a ello, grandes dosis y de forma constante, genera problemas bucales, cuadros adictivos y obesidad.
Comer de forma inadecuada
Por el afán de ser más productivos o incluso para aumentar los ingresos, muchas personas descuidan su alimentación.
Algunos comen simultáneamente mientras siguen realizando actividades, y otros posponen sus comidas para darle continuidad a alguna tarea.
Esto repercute de manera muy negativa. Debido a que cuando no se toma un tiempo para comer de manera correcta el organismo no asimila los alimentos de manera productiva.
Los problemas por mala alimentación son bastante variados, van desde obesidad, hasta la pérdida de peso. También ocasionan problemas digestivos por consumir la comida de manera acelerada y sin masticar.
Desorden de actividades
Muchas veces, se está rodeado de muchas tareas a diario, y estas se van resolviendo o acumulando de modo aleatorio a lo largo del día.
Si no se lleva un orden y control de ellas siempre queda alguna por fuera, que genera trabajo extra después del horario normal.
El desorden en cuanto a las responsabilidades es bastante perjudicial, ya que termina aumentando la carga de presión.
Produce estrés y nos recorta el tiempo de descanso y esparcimiento. No es correcto tratar de abarcar más allá de lo que realmente se puede.
Una solución práctica es mantener una agenda diaria de actividades, e ir apuntando tareas extraordinarias que surjan en el transcurso del día.
El desorden le da un impacto negativo a nuestra mente y puede afectar nuestros sentimientos y emociones.
Consumo excesivo de café
Es bastante normal el consumir café en los empleos de oficina, como una forma de inyectar animo a la rutina de trabajo.
Él mismo funciona de manera efectiva para mantenernos despiertos y activos ante la realización de tareas.
Aun así, se debe regular su consumo, puesto que muchos se hacen adictos a ingerir grandes cantidades al día.
Esto puede producir problemas en la tensión arterial, y un incremento en el ritmo cardiaco. Además, influye en la perdida de sueño lo que aumenta el cansancio.
No establecer límites
Por muy práctico que parezca, el llevarnos trabajo a casa no es una buena práctica, incluso si trabajas desde casa de manera independiente.
Debes establecer límites y horarios, ya que tu cuerpo está sincronizado con tu mente y si no te desconectas no asimila el descanso.
Es muy común ver personas que continúan con actividades en casa luego de salir de la oficina como una manera de adelantar trabajo.
Sin embargo, esto lleva al cuerpo a su máximo, privando del tiempo recreativo y aumentando la carga de estrés lo cual es dañino.
El aumento de estrés puede producir, desorientación, mal carácter y hasta la perdida repentina del cabello. También afecta nuestra circulación y funciones cardiacas, así que lo mejor es aplicar bien los tiempos de descanso como medio de oxigenación.
Procura evitar estos errores, y busca mantener una vida saludable.
