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Miedo: Conoce sus beneficios y cómo controlarlo
Por mucho tiempo se nos ha enseñado que el miedo es una emoción dañina, y que no es para nada beneficiosa, pero la verdad es que resulta ser más útil de lo que parece. El miedo tiene su lado oscuro, pero esto no quiere decir que no posee beneficios.
Es inevitable sentir miedo, y pese a que muchos proyecten una muy buena fachada, todos en muchos escenarios hemos experimentado sus efectos. El problema con el miedo, es el mismo que con el resto de las emociones, hay que saber controlarlo.
Y para que comprendas la importancia del miedo en nuestras vidas, aquí te muestro todo lo que necesitas saber para desmontar errados conceptos y convivir sanamente con él.
¿Qué es realmente el miedo?
En términos muy simples, es una emoción que nuestro cerebro activa cuando siente que estamos siendo amenazados o nos encontramos en peligro.
La amenaza puede ser real o ficticia, pero nuestro cerebro la interpreta de la misma manera y nos alerta.
Esta emoción es natural y común para cualquier ser humano, sin embargo, se puede catalogar dañina cuando excede los niveles normales y llega a convertirse en fobia o pánico. En estos casos puede afectar de forma muy cruda y directa el funcionamiento del cuerpo.
¿En qué beneficia esta emoción?
Hay quienes piensan erróneamente que no sentir miedo sería muy útil y beneficioso, pero la verdad es que esto sería un problema.
El miedo está entre los guardines de nuestro sistema nervioso y tiene buenos resultados cuando se controla, algunos son los siguientes.
Es una alarma
Una de las razones por la que no sales corriendo hacia lo desconocido, o por la que evitas alguna situación cuando la ves sospechosa, es por esa alerta que envía tu cerebro, para decirte que puedes encontrarte ante algo peligroso.
El miedo ayuda a preservar y resguardar tu seguridad, si no lo sintiéramos, nos expusiéramos a todo tipo de riesgos, sin prudencia alguna.
Te hace ser precavido
Cuando sentimos temor, tendemos a ser más cuidadosos y detallistas, las personas que son descuidadas y poco atentas, es en parte porque carecen de miedo a las consecuencias de sus actos.
El sentir miedo a fallar ante una responsabilidad, puede llevarte a realizarla con más eficiencia.
El miedo educa
A medida que experimentas situaciones donde tu miedo aflora, vas conociendo que escenarios, elementos u organismos lo producen. Esto es parte de tu sistema de aprendizaje, porque tu cerebro lo registra y almacena para ayudarte a evitarlo.
En pocas palabras te enseña a diferenciar y recordar todas aquellas cosas que no son consideradas seguras, para que no te topes repetitivamente con ellas siendo afectado.
Impulsa
Detrás de muchas historias de superación, hay un sentimiento de miedo que empujó a sus protagonistas a avanzar.
También cuando las personas experimentan miedo al fracaso, al olvido o al ver sufrir a los suyos, esto puede tornarse en una gran motivación para surgir.
El miedo, cuando lo vemos desde un cristal más extremo, ha conseguido que personas comunes, en momentos de peligro crítico, efectúen actos heroicos para salvar su vida y la de otros.
Consecuencias del miedo excesivo
Como cualquier otra emoción, el miedo debe ser controlado, o provocará caos psicológicos en nuestras vidas, ya que, aunque en pequeñas dosis resulta de beneficio, en grandes dosis es al extremo perjudicial y puede afectarnos de la siguiente manera.
Estancamiento del desarrollo interpersonal por aislamiento
Cuando el miedo pasa de ser una emoción recurrente a una conducta constante, puede ocurrir que la persona que lo padezca se aísle de muchos entornos, en busca de seguridad. Esto ocurre en muchas ocasiones con personas que han experimentado algún trauma.
Llega al punto incluso de darle paso a la paranoia, encerrarse en casa y evitar el contacto con cualquier persona para no sentirse amenazados.
Pérdida de oportunidades
La mayoría de los avances conllevan riesgos en cualquier escenario que se presenten, y si el miedo a fallar es mucho mayor que las ganas de conseguir el éxito, nunca se logrará ninguna meta. Muchos rechazan grandes oportunidades por el hecho de sentir miedo.
Llevar una vida poco placentera
Muchos de los aspectos que le dan emoción, alegría y picardía a la vida, están entrelazados con situaciones donde hay errores, aciertos, riesgos y temores. Cuando el miedo sumerge a alguien en un estado de control, vive con tal grado de precaución que no lo disfruta.
Este tipo de personas canalizan tanto su esfuerzo en mantenerse seguros, que su percepción de disfrute es nublada y suprimida por la seguridad.
¿Qué puedo hacer para controlar el miedo?
Lo primero que debemos aclarar es que los factores que producen el miedo y su grado en cada persona son muy distintos. Así que, si tu problema va más allá de un leve temor, lo más correcto es consultar a un especialista que en este caso sería un terapeuta.
Por otra parte, las siguientes acciones siempre son beneficiosas en todos los casos:
Nómbralo: No temas hablar acerca de tus temores o los factores que los causan, el no hablar de ellos solo los intensifica.
Encáralo: Debes hacerle frente a aquello que te atemoriza, si solamente lo evitas nunca podrás superarlo.
Piensa positivamente: Una de las acciones que aviva el miedo, es pensar de manera negativa, imagina todo desde el cristal del éxito.
Imagina el peor escenario: Cuando imaginas cuáles pueden ser las consecuencias más graves y sus repercusiones, automáticamente tu mente también comienza a desarrollar soluciones para esos casos, disminuyendo el temor.
Automotívate: Reconoce los beneficios que te traerá vencer el miedo y utilízalos como motivación.
Es impresionante como una sola emoción puede guardar dos caras tan distintas, y hacer que un individuo se vea afectado o beneficiado por ella, de acuerdo a su fortaleza psicológica, el miedo es un mal necesario que no debe desaparecer.