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Propiedades del té rojo: lo que necesitas saber
Las propiedades del té rojo son ampliamente comentadas en la comunidad debido a su trascendencia. En efecto, muchos son los argumentos u opiniones que se vanaglorian con los beneficios que aporta esta bebida.
Sin embargo, recuerda que, más allá de ser probablemente ventajosa, su verdadera naturaleza médica o de saneamiento no está comprobada. Aun así, vale la pena conocer o discernir aquello que sí es tangible con respecto al té rojo.
Antes que nada, ¿cómo preparar el té rojo?
Junto con el té verde, el rojo es una de las bebidas más populares del planeta con origen directo en China. Actualmente, se dice que es de tiempos inmemoriales porque no se ha identificado, con exactitud, su origen directo.
A grandes rasgos, las propiedades del té rojo se han comentado por miles de años. Si bien todavía no existe un consenso científico de envergadura con respecto a él, la evidencia empírica lo respalda.
Hoy en día, su preparación se resume a la compra y venta de las hojas del árbol Camellia sinensis. Estas, por lo común, son nombradas como Pu Erh dado su arraigo chino.
En líneas generales, su preparación es sencilla y no se requiere más que una tetera o recipiente para hervir agua. Cuando el líquido alcance su punto de ebullición, sumerge las hojas o extracto de Pu Erh. Posteriormente, espera unos cinco minutos y listo, filtra el néctar que has conseguido.
¿Cuáles son las propiedades del té rojo? Las más relevantes
Una vez más se subraya que las propiedades o beneficios del té rojo no están comprobados científicamente. Tampoco poseen un aval directo por la medicina tradicional, por lo que se hace un llamado a la precaución.
No obstante, para fines prácticos, se mencionarán aquellos que están respaldados o sustentados por cierta evidencia empírica o subjetiva. Partiendo de ello, se dice que:
Diurético
Según la ciencia naturista, entre las propiedades del té rojo yace aquella relacionada con la diuresis. Como tal, es un término que hace referencia a la micción u orinar.
En otras palabras, la toma del té verde favorece a la orina adecuada, actuando como diurético. Por tanto, es indicado en aquellas personas con retención de líquidos o con infecciones urinarias a repetición.
Antioxidante
Normalmente, el cuerpo humano está sujeto a cambios fisiológicos y al envejecimiento con el paso de los años. Como bien es sabido, las células están programadas para morir una vez que sus funciones naturales cesen por completo.
Ante esta eventualidad, el té rojo es empleado como antioxidante contra el estrés oxidativo. Es decir, permite el correcto metabolismo de todos los componentes orgánicos, evitando un ambiente tóxico para las células que adelante su deterioro o senectud.
Digestión
Está expuesto por los gurús de la medicina alternativa o naturista que entre las propiedades del té rojo está el favorecimiento de la digestión. De su mano, el metabolismo de los alimentos es más sencillo, contribuyendo con un buen tránsito intestinal.
A posteriori, impide la instauración de estreñimiento y otras molestias estomacales como la acidez o el reflujo. De hecho, es excelente como modulador de las secreciones gástricas normales del organismo.
Adelgazamiento
Si bien no es un método del todo confiable, el té verde permite el adelgazamiento de acuerdo con la opinión experta del rubro medicinal naturista.
Como tal, esta propiedad está sustentada en la capacidad de termogénesis de la bebida. En otras palabras, aumenta la temperatura corporal de manera gradual, lo que se traduce en una supuesta quema de grasas y calorías. Sin embargo, no es muy recomendable.
Refuerzo inmunológico
Que el té rojo sea un potente antioxidante le abre las puertas a un desempeño brillante en varias partes del cuerpo. Dentro de los sistemas predilectos, también yace el sistema inmunológico.
Como ya se explicó, la capacidad antioxidante retrasa el envejecimiento celular y también potencia sus funciones. Por consiguiente, es un concepto que igual se aplica a las células inmunitarias. Ante ello, es un refuerzo inmunológico de relevancia.
¿Qué pasa si tomo té rojo todos los días?
El té rojo es una bebida natural cuya ingesta no produce demasiadas complicaciones para el organismo. Incluso, se le considera como un tipo de líquido inocuo bajo ciertas proporciones.
Aun así, como todo en exceso es malo, no se aconseja un acompañamiento prolongado. Aunado a ello, es primario reducir su consumo o dependencia y no rebasar la media de 3 a 5 vasos por semana.
Entre algunas de sus complicaciones por un consumo excesivo, mala preparación o añadidura de otros ingredientes, yacen las náuseas, diarrea y vómitos. Por su parte, en caso de alergias, puede desencadenar intoxicaciones graves que ameritan hospitalización.
¿Quién no puede tomar el té rojo?
Si bien mayoritariamente describe efectos inocuos en el cuerpo humano, ciertas condiciones aplican. Por ejemplo, el té rojo no debe ser ingerido por pacientes con insuficiencia renal o hepática. Al ser una planta de alto índice metabólico, puede resultar nociva.
Tampoco se recomienda en caso de deshidratación o de fiebre, puesto que ofrece cierto efecto diurético. Si se toma, el agravamiento del cuadro clínico es una posibilidad bastante tangible.
Asimismo, no debe ser dado de tomar a recién nacidos, ni mucho menos a lactantes. Mejor dicho, debe estar fuera del alcance de niños menores de 6 años a toda costa. La razón radica en que su sistema digestivo, especialmente el hígado, no está bien desarrollado.
Por último, tampoco es aconsejable su usanza en pacientes con cierto grado de hipertensión arterial o diabetes mellitus. Ante tales escenarios, lo ideal es consultar al médico. A su vez, es importante conocer a fondo las propiedades del té rojo y contraindicaciones para actuar sabiamente.
¿Qué es mejor, el té verde o el té rojo?
Entendiendo las propiedades del té rojo y sus contraindicaciones, es posible compararlo con el té verde. No obstante, cada quien actúa de manera distinta, por lo que no es sensato.
Tomando las precauciones necesarias, ambos pueden ser consumidos en un mismo día, pero no en exceso. Partiendo desde esa tónica, se recomienda el té rojo por las mañanas y el verde por las noches.
¿Por qué? La evidencia empírica sugiere que el té verde provee un mayor aporte calórico y cafeico. De consumirse de noche, claramente afectará la conciliación del sueño.