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Unas alitas de pollo al ajillo deliciosas para la cena
Las alitas de pollo al ajillo son un tipo de platillo típico de las regiones asiáticas, aunque no se sabe exactamente en qué país se originó. Esto es debido a que está presente en la gastronomía de gran variedad de países de Asia.
Este es un platillo que seguramente toda la familia amará, pues el resultado final son unas alitas jugosas y con un exquisito sabor a ajo impregnado en la piel. Por ello, a continuación te explicaremos como elaborarlo de manera sencilla y con pocos ingredientes.
Además, te ofrecemos una receta adicional de la guarnición perfecta para tus alitas de pollo al ajillo. No obstante, esto es completamente opcional.
Ingredientes de las alitas al ajillo
Una cabeza de ajos americanos.
Un kilo y 600 gramos de alas de pollo.
Aceite de oliva, cantidad necesaria.
Pimienta negra molida al gusto.
Sal al gusto.
Un vaso de vino blanco (200 mililitros)
Perejil picado para decorar (opcional).
Ingredientes para el complemento (patatas fritas al ajillo) (opcional)
Papas grandes, cantidad necesaria.
Sal al gusto.
Media cucharadita de ajo en polvo.
Media cucharada de perejil seco.
Una cucharadita de queso parmesano.
Media taza de fécula de maíz o maicena.
Pasos a seguir para la elaboración de las alitas al ajillo
Preparación de los ajos y las alitas
Desgrana la cabeza de ajo y procede a pelar todos los granos y pícalos a la mitad a lo largo. Luego, déjalos reservados en un recipiente para luego.
Corta las alitas en tres trozos, desechando la parte más pequeña o punta y dejando las otras dos partes en un recipiente limpio y seco. Si lo prefieres, puedes obviar este paso y dejarlas enteras.
Cocción del ajo y salpimentado de las alitas
Coloca una sartén en la estufa a fuego muy bajo y vierte en este suficiente aceite de oliva. Posteriormente, deja que el sartén se caliente.
Coloca los ajos en el sartén y deja que se cocinen muy lentamente, pues lo que se busca con ello es que al aceite tome el sabor del ajo. Esto puede tardar aproximadamente 10 minutos.
Esparce pimienta negra molida al gusto a las alitas de pollo, seguido de un poco de sal al gusto.
Mueve un poco las alitas y asegúrate de que todas las piezas estén bien impregnadas de la sal y la pimienta.
Cuando haya transcurrido el tiempo suficiente y el ajo tenga un color amarillento, retira el ajo de la sartén y reserva en otro recipiente.
Cocción de las alitas de pollo
Sube el fuego al máximo y una vez que el aceite esté bien caliente, añade las alas de pollo. Deja que estas se cocinen muy bien por ambos lados. Toma en cuenta que mientras más doradas estén, mejor.
Una vez que las alitas estén doradas por ambos lados, agrega los ajos y dales vueltas por uno a dos minutos dejando que se cocinen.
Transcurrido el tiempo indicado, retira el exceso de aceite, dejando solo una capa fina para el resto de la cocción.
Agrega 200 mililitros de vino blanco a la sartén y espera a que comience a hervir.
Esparce solo un poco de sal al gusto al vino.
Tapa la sartén y deja que todo se cocine por 3 a 5 minutos aproximadamente o hasta que se haya evaporado todo el alcohol del vino.
Finalmente, sirve, espolvoreando encima un poco de perejil picado y disfruta.
Elaboración de las patatas fritas al ajo para la guarnición (opcional)
Lava las patatas, pélalas y córtalas en bastones. Mientras más gruesas mejor.
Coloca los trozos de patatas en un recipiente con agua fría para retirar el exceso de almidón. Déjalas allí por entre 2 y 5 minutos.
Escurre las patatas y colócalas en un paño de cocina para retirar el exceso de agua y sécalas con una servilleta.
Coloca las patatas en un recipiente o bandeja y esparce la fécula de maíz encima, con la ayuda de un colador, cuidando de que todas las patatas queden bien cubiertas.
Coloca una sartén al fuego y agrega suficiente aceite. Espera a que el aceite se caliente a fuego medio.
Incorpora las patatas en la sartén y deja que se cocinen por 3 a 4 minutos.
Pasado este tiempo, retira las patatas de la sartén y colócalo en el plato, para luego ingresar el plato en el congelador por 10 minutos.
Retira las patatas del congelador y espera a que se calienten un poco, para volver a ingresarlas al sartén.
Cuando las patatas estén doradas, retíralas del fuego y colócalas en un plato con papel absorbente y pasa encima una servilleta para retirar el exceso de aceite.
Agrega un poco de sal al gusto, ajo en polvo, perejil seco y queso parmesano. Mezcla muy bien para que todas las patatas queden impregnadas.
Sirve las patatas en un plato y coloca encima las alitas al ajillo.
Variaciones y alternativas en la receta
Si deseas que tus patatas queden con un mayor sabor a ajo, cocínalas en el mismo aceite donde freíste tus alitas de pollo.
Sirve las patatas y las alitas junto a un poco de salsa de tomate, pues es perfecta para acompañar las patatas.
Espolvorea un poco de ajo en polvo conjuntamente con la fécula de maíz para un mayor sabor a ajo.
En caso de que consideres de que con el sabor a ajo en las alitas de pollo es suficiente, no agregues ajo en polvo a las patatas y solo sazona con sal, pimienta y queso parmesano.
No dejes de acompañar esta receta con el zumo de tu preferencia, o si gustas, un poco de vino.
Conclusiones de la receta de alitas de pollo al ajillo
Como habrás notado, las alitas de pollo al ajillo es una receta muy sencilla de elaborar y que quedan perfectas con las patatas fritas. De hecho, te aseguramos que tus comensales y especialmente tus niños amarán este platillo.
Es por ello que te instamos a intentar realizar esta receta en casa y a compartirla con tus amigos en tus redes sociales.