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Ansu Fati le devuelve la alegría al Barcelona
Hay que ir muchos años atrás para recordar a un Barcelona que se jugara tanto tan pronto en la temporada, y es que una derrota hoy les hubiese sentenciado prácticamente su clasificación a los octavos de final de la Champions League.
Fue así como los españoles salieron con muchas ganas de comerse el partido, pero era incierto saber si este equipo tan joven era capaz de responder a una idea clara, constructiva y sólida. Fue así como el equipo de Sergi Barjuan mostró una alta intensidad en los primeros minutos.
El conjunto del Barcelona básicamente se jugaba su continuidad en la competición Europea ante el Dinamo de Kiev. Los jóvenes del Barça la metían toda y eran los protagonistas del juego, pero sin conseguir profundidad y sin estar cerca del arco rival para poder hacer daño, pero dándolo todo como si no hubiera más oportunidades.
Un equipo muy ordenado
Se podía ver un Barcelona muy ordenado y dedicado a su desempeño en la cancha, tanto así que hasta Lenglet jugaba de forma decente, marcando anticipaciones y salidas controladas, algo que no se le había podido ver con Ronald Koeman.
Un equipo que mostró mucho orden los primeros minutos, pero algo que se iba perdiendo con el pasar de los minutos así como la intensidad con la que comenzaron el partido. El Dinamo no solo aguantaban la presión, sino que la primera ocasión clara de gol fueron para ellos, un balón que Ter Stegen sacaría con la pierna.
Se puede decir que la suerte acompaño al arquero del Barcelona en esta jugada, ya que el disparo de De Pena se había desviado en Gavi. Mientras que Shaparenko había perdonado en dos ocasiones. El Barcelona parecía entre las cuerdas, se defendía como siempre.
Tuvieron que pasar diez minutos de bastante sufrimiento para los de Barjuan para que empezaran a descubrir las debilidades de los locales, a pesar de que el Dinamo no era muy superior, con tan solo poco mostraban que podían hacer suficiente daño.
Mientras que el Barcelona se mostraba sin muchas intenciones ni amigos de pegadas ni llegadas peligrosas, no había ninguna contundencia en los remates. Era como si las ganas al comienzo se hubiesen desaparecido. Un Barcelona que tuvo mucha suerte de no comenzar perdiendo el encuentro. Lo que les hubiese puesto un partido cuesta arriba.
Un Barcelona sin ganas y la posible llegada de Xavi
Tal cual como decía Ronald Koeman "Esto es lo que hay" y sea quien sea el técnico los jugadores serán los mismos, por lo que será difícil lograr conseguir que todos estos jóvenes sean capaces de mantener una misma intensidad todo un partido.
Mientras caía una fuerte lluvia en Kiev, Rafa Yuste estaba acompañando a Joan Laporta en el palco, quien en los próximos días viajará a Doha para cerrar lo que será el fichaje de Xavi Hernández. Pero lo cierto, es que Xavi seguirá teniendo los mismos jugadores, por lo que la tarea del español no será nada fácil.
Hay que recordar que Xavi Hernández es todavía un técnico sin experiencia a nivel internacional, por lo que ahora el club no tenía un equipo prácticamente novato, sino que un técnico novato que asumirá su primer desafío de verdad en el fútbol, por lo que creer en milagros no siempre es lo correcto.
Los errores del Dinamo de Kiev que salvaron al Barça
Tras irse al descanso el técnico del Barcelona Sergi Barjuan no presento ningún cambio en su equipo, por lo que los azulgranas entraron al campo los mismos once jugadores imprecisos y sin fuerzas. Se veía un equipo que llegaba tarde a los duelos y constantemente los perdían.
Por varios momentos del partido los del Dinamo de Kiev se crecían y entendía que podían hacer daño, pero la falta de claridad de gol para los locales evitaron que pudieran marcar el primer tanto del encuentro, perdonando constantemente y terminando muy mal sus jugadas de ataques.
A partir del minuto 55 el Barcelona empezaba a despertar un poco, pero eran incapaz de poder rematar al arco rival. De la nada, el árbitro pitaba un penalti sobre Ansu, pero el VAR lo corregiría, una jugada donde el Barça pensaba que encontraba la luz del partido, pero que no sería así.
Dembélé entraría por Gavi y regresaría a la cancha después de 135 días de lesión, a partir de ese momento el equipo presiono más y lograba pisar un poco más el área ucraniana, pero no lograban rematar al arco rival.
Cuando todo parecía seguir igual, el jovencito y futura promesa del Barcelona y fútbol mundial fusilaría la portería de sus rivales desde el punto penalti al minuto 70, un penalti que apenas unos minutos atrás le habían negado y que ahora si se lo daban.
Un gol que le permitía al Barcelona adelantarse en el mercado y no quedar tan lejos de sus posibilidades de acceder a los octavos de final de la Champions League, teniendo en cuenta que tienen que jugar contra el Bayern.
A pesar de la corta edad de Ansu Fati, este jovencito parece tirarse su equipo en la espalda cada vez que está en el terreno de juego, por lo que el Barça no puede esperar que alguien tan joven y con tanto futuro sea el encargado de dirigir y sacar al equipo por delante.
Pese a todos los inconvenientes del Barcelona y a no mostrar un buen fútbol como nos tenía acostumbrado, han conseguido una afortunada victoria, un poco inmerecida, pero siguen creyendo en los milagros y siguen con oportunidades para avanzar a los octavos de final de la competición.