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¿Conoces el síndrome del caracol? Tus hijos podrían estarlo padeciendo
Pasar de la niñez a la adolescencia casi siempre trae algunos cambios, donde se muestra la aparición de un poco de rebeldía y aislamiento. Pero, cuando esto pasa de ser leve y el recluirse en la habitación se vuelve un escape, se le conoce como el síndrome del caracol.
Este conflicto afecta mayormente a los jóvenes, aunque puede extenderse a la etapa adulta, y actualmente es un gran problema a nivel mundial. La tecnología en este caso es contraproducente, haciendo que los afectados disfruten más su autoencierro.
Si has notado que tu hijo o algún familiar evita el contacto social, y solo quiere estar en casa o su habitación, podrías tener un niño caracol. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre este problema y cómo hacer para solucionarlo.
¿El síndrome del caracol es lo mismo que la Agorafobia?
Hay quienes suelen confundir estos dos trastornos, pero se trata de problemas diferentes, aunque poseen algunas características similares. La agorafobia consiste en un fuerte temor a lugares o espacios abiertos, que lleva a recluirse en casa y aislarse.
Esta fobia está ligada a episodios de ansiedad y quien lo padece evita de forma extrema el contacto con personas o multitudes, y es muy difícil que salga de su área de seguridad.
En el caso del síndrome del caracol, todo inicia con un poco más de sencillez y se agudiza.
El problema puede aparecer en cualquier etapa de la vida, pero es más común en la niñez y la adolescencia, y consiste en un rechazo a la interacción social. Esto hace que el individuo no quiera salir de casa, ni realizar actividades que implique contacto externo.
En la mayoría de los casos se confinan a su habitación y solo hacen uso de la casa en momentos necesarios. Se rodean de interacción virtual, como televisión, redes sociales, videojuegos, entre otros. Aunque vayan a lugares como la escuela, su anhelo es regresar.
El problema llega a un punto donde se agudiza, y el afectado comienza incluso a aludir el contacto familiar, e idea estrategias para evitar a toda costa salir de casa. Esto no es movido por pánico o temor, sino por el rechazo al contacto social.
¿Qué causa este síndrome?
No se le puede atribuir a una causa exacta, pero si se han llegado apreciar varios factores que son algunos de los principales responsables de la aparición de este problema. A menudo el síndrome del caracol está ligado a lo siguiente.
Adicción a la interacción tecnológica
Se ha demostrado que el internet, las redes sociales y los videojuegos, pueden llegar a convertirse en actividades adictivas, mayormente para la juventud.
Muchos chicos desarrollan una fuerte dependencia al contacto virtual, y a su vez rechazando el contacto social.
Actualmente, los niños entran en contacto con la tecnología desde muy temprana edad, y los padres en ocasiones abusan de ella como medio de entretenimiento para sus hijos. Al ir creciendo ligado a esta interacción es muy posible que se cree la adicción.
Problemas para relacionarse
A muchos chicos les cuesta relacionarse y generar lazos afectivos exitosos, por tanto, tienden a aislarse y llegan a encontrar satisfacción en el evitar el contacto social.
Por otro lado, también puede convertirse en una salida para resguardarse del bullying.
Cuando los chicos notan la hostilidad en el entorno, ya sea dentro o fuera de casa, el producir un refugio para desconectarse puede ser una medida de protección. Esto los lleva a tomar el aislamiento como una salida práctica al problema.
Efectos de la cuarentena
Si bien es cierto que este síndrome ya existía antes de la pandemia, el aislamiento incrementó su aparición en muchas otras partes del mundo. El distanciamiento social provocó que muchos le tomaran el gusto a estar recluidos en casa.
Aun hoy en día, cuando se levantaron muchas de las restricciones, hay quienes han perdido todo interés por el contacto social o el esparcimiento. Y otros se ven afectados por el temor a posibles contagios o recaídas y prefieren mantener encerrados.
¿Cómo identifico si alguien padece del síndrome?
Algunas características no tienen nada de extraño o especial, pueden ser solo señales de que se trata de alguien un poco retraído. Pero si al contrario, observas un exceso en los siguientes puntos, es momento de tomar cartas en el asunto.
Poca o ninguna interacción social: Se da cuándo el individuo alude conversaciones, no sale a reunirse con nadie, no tiene amigos, ni procura relacionarse.
Cambio de ánimo: Repentinamente, comienzan a actuar de manera hostil, se irritan con facilidad, todo les incomoda o no tienen ánimo de hacer nada.
Mucha interacción virtual: Está constantemente fijo en su celular, pasa muchas horas frente al televisor viendo programas, películas o jugando, se desvela y le incomoda cuando se ve obligado a hacer pausa o apagar sus equipos.
Rechaza la buena alimentación: Deja de lado la comida sana y prefiere comida chatarra, golosinas y gaseosas.
Rechaza la compañía: Les prohíbe a todos en casa que entren a su habitación e intenta al máximo no ser parte de ninguna reunión familiar.
¿Cómo enfrento el síndrome del caracol?
Cuando una persona lleva años con este problema es bastante difícil tratarlo, sobre todo, si ya paso a un nivel agudo, donde el acceso al individuo es muy difícil. En este caso se requerirá muchas dosis de terapia y posiblemente la aplicación de fármacos.
Por esta razón, lo más recomendado es el método preventivo, que se basa en identificar el problema en sus inicios y corregirlo, algunas técnicas que deben aplicar los padres son las siguientes.
Evitar una vida rutinaria
Deben de fomentar una crianza integral, donde haya tiempo de estudio, de ocio, y contacto con la naturaleza y el deporte.
Se deben de programar paseos familiares donde existan estos intercambios sociales, y enseñar a los chicos a realizar distintas actividades.
Limitar su uso de la tecnología
No es sano que un niño tenga contacto desde muy temprana edad con aparatos como teléfonos, tablet o videojuegos.
Una vez que tenga la edad correcta, se le debe asignar un horario para su uso y el tiempo de ocio, alternándolo con otras actividades.
Comer en familia
Este hábito debe de hacerse tantas veces como sea posible, eso ayuda a que ellos puedan conversar de su día y tener una mejor relación.
Es sano, de vez en cuando invitar algunos de sus amigos a comer y hacer actividades recreativas.
No utilizar la tecnología como distracción
El gran error de muchos padres es mantener distraídos a sus hijos desde muy pequeños, por medio del celular u otro equipo tecnológico. Esto puede crear en los chicos una gran adicción que al crecer es bastante complicada al corregir.
El síndrome del caracol es un problema que tiene una fuerte presencia en Japón, pero ha logrado extenderse a lo largo del mundo.
Es un tema delicado y debe tratarse con mucha precaución. No esperes a enmendar un problema, que siendo un buen padre lo puedes evitar.