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El extraño caso de la mujer que es alérgica a su hijo
La madre del bebé, tendrá que mantener tratamiento con cremas con esteroide por toda su vida
A finales del 2020, Fiona Hooker quedó embarazada de su segundo hijo, después de su nacimiento se dio cuenta de que es alérgica a él.
Fiona cuenta que durante dos trimestres del embarazo no se presentó ningún problema. Faltando dos meses para dar a luz, empezaron a salirle manchas rojas en el estómago.
Hooker en una entrevista a South Wets News Service, comentó que asistió al médico días después de que le empezaron a salir las manchas rojas, ya que no soportaba la picazón.
Luego, poco a poco le empezaron a salir ampollas rojas en todo el cuerpo. En este momento, los médicos le ofrecieron un diagnóstico el cual fue muy doloroso para ella.
Fiona asegura que en el embarazo sentía las manchas como si fuesen picaduras de la hierba verde, ortiga.
Después de los ocho meses de embarazo, la gravedad de las ronchas empeoró y la mujer salió de emergencia al hospital.
En ese momento, los especialistas le recetaron cremas con esteroides, para atacar las ronchas, pero no lograron disminuir los síntomas de gravedad.
Por el transcurso de cuatro días, tuvo un tratamiento de esteroides orales, que no lograron eliminar el olor, solo se lo calmaron.
En junio del año pasado, fue la llegada de su segundo hijo, a quien lo llamo Barney. Con el nacimiento, empezaron a empeorar sus problemas de salud.
La mujer aseguró que, le salieron ampollas en los brazos, en el pecho, en la barriga y en cualquier lugar que tuviese contacto con el bebé, volviendo esta experiencia difícil.
Hooker ya tenía una niña de tres años, Phoebe, y no presentó ningún problema con ese embarazo, lo que le generó cierta confusión a los médicos.
Luego del nacimiento de Barney, a Fiona le diagnosticaron penfigoide gestacional. Este es un trastorno autoinmune el cual es causado por el sistema inmunitario de una mujer que es capaz de generar anticuerpos y al hacerlo, ataca a su propia piel.
El causante de esto aún se desconoce. Se considera que podría tener algo que ver con el bebé. Fiona añadió que, podría tener algo que ver con el ADN del padre, lo cual ocasiona que la placenta ataque una proteína que también existe en la piel y por eso, atacaba su propia piel.
Aun así, la mujer de 32 años esperaba que está fuese una equivocación y esperaba que le diagnosticaran otra cosa.
Para poder tratarlo, debe usar cremas con esteroides a lo largo de su vida, ya que podría sufrir brotes más pequeños a futuro. Debido a esto, la mujer ha decidido no tener más hijos.
Solo una de cada 50.000 mujeres embarazadas se ven afectadas por este trastorno.