¿Estamos perdiendo la capacidad de conversar?
El poder mantener una comunicación fluida y correcta vía WhatsApp u otros sistemas de mensajería instantánea, son elementos que nos han otorgado cierta libertad y a su vez requiere de poco compromiso a nivel conversacional. Esta puede ser una conversación permanente, aunque muy diferente a la presencial, ya que nuestra atención y la disponibilidad dentro de la misma van a variar. Son muchas las personas que manifiestan que el conversar de esta manera es como estar hablando solos por horas.
Una de las partes más retadoras dentro de la lingüística es aquellas que describen los diferentes mecanismos que ayudan a la regulación de las conversaciones cotidianas. A la hora de explicar cómo funciona una conversación, por lo general, existen personas que la comparan con un baile. Ya que la misma puede ser como en una coreografía la cual será ensayada hasta el infinito, por lo cual los interlocutores harán lo posible por coordinar sus acciones para así hacer posible el milagro del diálogo.
Las conversaciones no son necesarias de manera única para que los niños aprendan a hablar, sino que estas también se encuentran implícitas dentro de la esencia de la naturaleza propia y social que engloba a nuestra especie.
Las conversaciones humanas, como un todo para entendernos
Los expertos han descrito de muchas maneras la forma más segura en la cual funciona las comunicaciones humanas, ya que las mismas tienen un modelo el cual ha sido creado de manera cultural y determinado, el cual nos ayuda a regular el cuándo hablar y cuándo callar, cómo pedir y así mismo, el momento correcto en el cual ceder la palabra.
Todo esto lo aprendemos desde niños, como una de las partes más importantes del proceso de socialización. Sin embargo, algunas son las ocasiones en las cuales se puedan identificar pequeñas disfunciones dentro de las conversaciones las cuales pueden des coordinar dicha conversación.
Conversaciones digitales eternas y en muchas ocasiones múltiples
Dentro de la era digital se ha visto que nuestra capacidad comunicativa, no tiene límites, por lo cual es bueno que recordemos el hecho de que cada conversación funciona no solo con una persona que sea nuestros oídos, sino también con aquella que desee escucharnos. Para ello, es importante que los interlocutores se encuentren siempre atentos y recíprocamente disponibles. Estuvimos hiperconectados y sumergidos dentro de una eterna conversación la cual se desarrolla en términos generales de manera paralela y así mismo simultánea dentro de distintos dispositivos y aplicaciones y justamente es por ello que nuestra atención suele verse mucho más dispersa que nunca.
Es importante que comencemos a meditar sobre la forma en la cual la tecnología ha modificado la manera en la cual nos comunicamos. Las diferentes consecuencias de la cultura digital, ha impactado de manera directa en nuestras relaciones interpersonales y la manera en la cual ellas nos han hecho comunicarnos o acercarnos con los otros.
Conversar en tiempo de WhatsApp
Más allá de los juicios de valor, dentro de muchas investigaciones sobre la sociabilización dl ser humano, se ha venido haciendo preguntas sobre las influencias de las aplicaciones que se encuentran destinadas a la comunicación interpersonal. Hablando en el caso de WhatsApp, es interesante ver la irrupción los emojis o stickers, para suplir el puesto de palabras o emociones que son expresadas con el texto escrito, así también como la incorporación de los mensajes de audio.
Cada uno de estos cambios, se han incorporado a nuestras diversas rutinas, gustos y humores, los cuales además, han sido recibidos con gran sorpresa e incluso polémica.
Los mensajes de WhatsApp, por lo general nos presentan un escario en el cual sentimos de una u otra manera, la ausencia de nuestro interlocutor, lo cual nos puede llegar a limitar en cuanto a la operatividad de los diferentes principios básicos de la llamada interacción comunicativa.
En función a todo ello, ¿Cuál es el motivo, por el cual empleamos de manera tan común la mensajería instantánea? Según algunas personas, WhatsApp se ha convertido en una alternativa eficiente la cual solo es posible de manera en situaciones y contextos muy específicos, ya que para otras personas, esto no es una opción sustitutoria, sino de índole prioritaria.
