Read full article in WebMediums

Practica las mejores posiciones para dormir bien

Ciertas posiciones al dormir permiten conciliar el sueño y amanecer sin dolores musculares

Practicar o tomar en cuenta las posiciones para dormir bien marca la diferencia. Al adoptar las mismas, se garantiza un escenario favorable y libre de dolencias musculares al día siguiente.

Asimismo, son sencillas de llevar a cabo, comprobándose sus beneficios a largo plazo. No solamente influyen en el ámbito del sueño, sino también en el desenvolvimiento del día a día.

Descubre las mejores posiciones para dormir excelentemente en la noche

La lista de mejores posiciones no está sacada de la opinión subjetiva del público. Al contrario, se concluye a raíz de estudios clínicos realizados principalmente en Reino Unido.

También se toma en cuenta el testimonio de fisioterapeutas experimentados quienes dan su punto de vista sobre cada una de ellas. De ese modo, se obtiene material sumamente objetivo y respaldado para poner en práctica con rapidez.

Decúbito lateral

La posición decúbito hace referencia a todo aquel individuo que reposa sobre un plano horizontal. Se convierte en lateral cuando su eje se mueve hacia el lado izquierdo o derecho.

Los expertos han afirmado que el decúbito lateral es la posición más idónea para poder dormir bien. Reduce exponencialmente la puesta en escena del dolor al día siguiente, así como se relaciona con una veloz conciliación del sueño.

En líneas generales, la adopción de esta posición permite una mejor repartición del peso corporal. A su vez, las curvaturas de la espalda se alinean, evitando ejercer tensión en solo una de ellas.

Por otro lado, la misma tensión no se reparte únicamente hacia articulaciones como hombros, caderas o rodillas. Por el contrario, el cuerpo resulta en un estado armónico durante la noche.

Paralelamente, el decúbito lateral, específicamente del lado izquierdo, es beneficioso contra ciertas patologías. Por ejemplo, se comprobó su eficacia para hacer frente a las molestias nocturnas originadas por el reflujo gastroesofágico.

Decúbito supino

Se dice que el cuerpo está en decúbito supino cuando yace boca arriba en un plano horizontal. Es la segunda y última posición recomendada para dormir, pero con menor eficacia que la anterior.

Ejemplo clásico y sencillo que plantea la posición en decúbito supino

En esta oportunidad, la curvatura superior de la espalda se encuentra más pronunciada, al igual que la inferior. El cuello recibe un poco más de tensión junto con la pelvis en la parte más baja.

Sin embargo, varias modalidades han modificado la primicia en cuestión elevando el cabezal de la cama. En otras ocasiones, agregan almohadas para que la altura (aproximadamente 20 cm), reduzca los niveles tensionales en articulaciones y músculos.

Cabe destacar que es una postura poco aconsejable en casos de ronquidos o algún tipo de apnea del sueño. Afortunadamente, con una elevación idónea de la cabeza, es excelente contra y en prevención de las lumbalgias.

¿Cómo NO dormir? Evita las siguientes posiciones corporales

Por sí solas, las posturas que se adoptan al dormir se llevan a cabo casi de manera inconsciente. A lo largo de la noche, el cuerpo se desplaza de un eje a otro sin siquiera avisar.

Aun así, es importante poner en práctica el hábito de evitar a toda costa ciertas posiciones. De lo contrario, la tensión puede generar desviaciones y daños articulares dolorosos o irreversibles.

La comunidad experta opina que el uso de la almohada es trascendental para una buena postura. Su colocación debajo de ciertas estructuras como la columna cervical, pelvis, rodilla y tobillo es esencial para amortiguar la tensión.

Del mismo modo, en el caso del cuello, debe estar a una distancia que procure un escenario similar a estar de pie. Quiere decir que su función va a ser alinear la cabeza y la cervical a un plano tal que se asemeje a estar parado.

En otro orden de ideas, es imprescindible hacer la cruz al decúbito prono o bocabajo. Todo el peso corporal recae sobre las costillas y la columna cervical. Esta última adopta un estado de hiperextensión y rotación que no es catalogado como fisiológico.

En ocasiones, el decúbito prono también afecta negativamente los hombros, codos, muñecas y rodillas

Mucho menos es permisible extender o presionar las extremidades superiores. En los peores casos, la comprensión de plexos nerviosos podría provocar parálisis u otro tipo de daño neurológico severo.

Consecuencias a largo plazo de malas posiciones adoptadas al dormir

En la perspectiva fisiológica, las posturas corporales cumplen un papel protagónico que puede alterar el sueño. Y no solo, sino influir gravemente en la salud general del individuo. Incluso, pone una serie de manifestaciones clínicas de riesgo en diferentes sistemas orgánicos:

A nivel muscular

Cuando se duerme mal, los primeros en ser afectados intrínsecamente son los músculos. El cuerpo es sometido a cierto grado de estrés y, en ciertas posiciones, es propenso a pequeñas lesiones de la fibra muscular.

Por otra parte, movimientos exagerados como hiperflexión o hiperextensión ejercen tensión en los tendones. Con el tiempo, cuadros agudos de tendinitis no dejarán conciliar efectivamente el sueño nocturno.

En la esfera esquelética

El mal dormir es el principal enemigo de la columna vertebral en primera instancia. Es el desencadenante del acentuamiento de las curvaturas vertebrales hacia ángulos o estadios no deseados.

Las desviaciones a nivel de las articulaciones vertebrales producen las tan temidas hernias discales. En otras latitudes, la aparición de dolores crónicos como lumbalgia, cervicalgias y más, son complicaciones con las que se tendrán que lidiar.

También se afecta el aparato gastrointestinal

Algunas posiciones poco ortodoxas en las que se reposa encima del estómago son perjudiciales. La presión experimentada contribuye a las náuseas, vómitos y al reflujo gastroesofágico.

A largo plazo, se convertirán en manifestaciones clínicas recurrentes que alterarán la dinámica del aparato gastrointestinal. Pasarán a desencadenar otras patologías relacionadas no solo con lo mencionado, sino con mala digestión, acidez y un largo etcétera.

Vías respiratorias

El sistema respiratorio es otro de los grandes participantes de este circo de contratiempos médicos. En el párrafo anterior, se explicaba la dualidad que existía entre un mal dormir y el estómago. Este último no es el único que se ve presionado, sino otra estructura clave como lo es el diafragma.

La disnea o dificultad respiratoria es común cuando las posturas al dormir no son las indicadas

Es bien sabido que los procesos oscilatorios de relajación de dicho órgano son cruciales para la respiración. Por ende, estos hábitos poco deseados alteran la mecánica respiratoria.

Anexo a ello, las personas que sufran de ronquidos o variedad de apnea, deben cuidar su postura exhaustivamente. De no ser así, la posición de la lengua o de las fosas nasales podrían obstruir de forma definitiva las vías aéreas superiores.

Campo neurológico

Si bien no lo aparenta, el déficit neurológico es plausible cuando no se duerme bien. Al existir desviaciones importantes en la columna o comprensiones como en las hernias, varios nervios son afectados.

Con el tiempo, la sensibilidad al dolor se dispara hasta umbrales que son insoportables, requiriendo terapias u operaciones drásticas. En acaecimiento, las parálisis parciales o totales son el horizonte más grave a presenciar.

Sin temor a errar, las complejidades a nivel neuronal son las más difíciles y limitantes. Por tal motivo, cuidar de la salud al dormir es indispensable e innegociable para prevenir tal calvario. De conservar la tendencia, es muy probable que, a largo plazo, se termine dentro de las estadísticas.

Written by

Estudiante de Medicina. Redactor SEO, creador y diseñador de contenido para redes sociales con más de 3 años de experiencia.

Descubre toda la información sobre dietas sanas y los mejores alimentos para adelgazar. Consejos de salud, remedios naturales y consultorio de nutrición.