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Manipulación Emocional: Un problema serio que debe enfrentarse
Es sorprendente la capacidad que poseemos los seres humanos para aprender a utilizar la manipulación a nuestro favor, aplicándola incluso desde bebes. Todos hemos empleado un poco de ella en algún momento, pero la manipulación emocional no es nada saludable.
El valerse de alguna debilidad, o distorsionar el enfoque de la realidad para conseguir atención y beneficios, es un arte bastante antiguo y nada respetable. Este tipo de conducta suele ser muy sutil, pero altamente destructiva para sus víctimas y quienes la padecen.
Existen manipuladores de todo tipo, y para que no seas ni víctima, ni victimario, aquí te contaremos todo lo que debes saber sobre la manipulación emocional y por qué corregirla.
¿Qué es manipulación emocional?
Se considera un trastorno, donde un individuo se dedica a conocer las debilidades emocionales de otro, y se aprovecha de escenarios para ejercer control sobre él. Se puede practicar de forma consciente e inconsciente, pero ambos casos buscan tener beneficios.
La persona que ejerce la manipulación, por lo general, debilita la seguridad emocional de su víctima, y lo lleva a un estado donde su mayor influencia son los pensamientos y acciones de su agresor. Este tipo de problemas forma parte de la violencia psicológica.
Los casos más comunes suelen darse entre parejas, donde alguna de las dos partes se beneficia de la debilidad del otro. Pero, cuando alguien opera con esta conducta de manera consciente, la traslada a otros entornos como familia y empleo.
Se puede aplicar manipulación desde muchos focos, desde hacer sentir a la otra persona inferior, para qué actué buscando complacer y estar a la altura de su agresor, o tomar el papel de víctima acaparando la atención, haciendo sentir culpabilidad a otros.
¿Qué motiva este tipo de conductas?
Cualquiera pudiera pensar que todos los manipuladores son personas con una mente perversa, que solo quieren hacer sufrir a otros. Y aunque en algunos casos sí existen personas así, la verdad es que la mayoría son movidos por lo siguiente.
Miedo
El principal problema del controlador, es que no comprende la conexión entre el amor y la libertad. Además, siente que si toda la atención no se basa en él, puede perder a la otra persona. Por esta razón, siempre busca de ejercer control, para mantenerse seguro.
El miedo es la razón más común que motiva la manipulación entre los lazos familiares, de pareja o de amistad. Por lo general, el manipulador está muy ligado a conflictos de dependencia e inseguridad.
Conducta ignorada en la crianza
Los primeros episodios de manipulación se experimentan en la niñez, y pueden considerarse inofensivos, entendibles debido a la inocencia. Pero, si en esta etapa no existe una corrección, que haga comprender al niño que está mal, se creará un problema.
Si un niño se acostumbra a manipular desde muy temprana edad, y crece sin algún correctivo, trasladará esta conducta a etapas como el matrimonio y la paternidad.
Estos casos suelen ser muy usuales en familias con padres divorciados, donde ellos buscan ganar la aprobación y mantener a sus hijos siempre contentos a toda costa. Por esta razón, evitan hacer llamados de atención o decir que no, a cualquier petición de ellos.
Baja autoestima
Este es el impulso más frecuente que motiva al manipulador inconsciente. Su bajo concepto de sí mismo lo hace actuar, pensar y expresarse de una manera que afecta a sus compañeros, llevándolos a sentirse culpables de su situación, aunque así no lo sea.
Esto genera un círculo vicioso donde la persona con baja autoestima, se alimenta de la atención obtenida a causa del estado emocional, y no se esfuerza por salir de ella.
Claves para identificar a un manipulador
Dentro del arsenal de estrategias del manipulador, existen muchas maneras para lograr sus objetivos, dependiendo del lazo emocional que exista entre él y la víctima. Los métodos más comunes que emplean con los que puedes identificarlo son los siguientes.
Te hace sentir culpable
Aunque el problema sea muy notable por parte del manipulador, él busca la manera de involucrar a su víctima, de tal manera que ella sienta la culpa de las acciones del otro. Por lo general, esta postura la asume quien actúa violentamente o quien se victimiza.
Esta estrategia es aplicada a tal punto que el manipulador puede hacer creer a su víctima que su estado anímico, económico, emocional e incluso físico es su culpa. Esto hará que la otra persona se doblegue a voluntad de su agresor, en busca de remediarlo.
Te hace sentir inferior o superior
Como lo aclaramos antes, su mayor fortaleza está en descubrir tus características emocionales y sacarle partido. Si eres débil, tomará una posición dominante e incluso violenta, donde te hará pensar que no eres nada sin su ayuda y que necesitas su cuidado.
Por el contrario, si eres fuerte o protector, se presentará con extremada fragilidad, haciéndose ver pequeños e indefensos. Esto hará que tu lado protector se sienta obligado a estar atento a cualquiera de sus peticiones y necesidades.
Te hacen sentir responsable
Las amenazas son una de las armas a las que recurren a menudo, haciendo suponer que sus acciones son responsabilidad de los demás, y no de sí mismos.
Frecuentemente, amenazan a sus víctimas, con la responsabilidad de evitar que ellos hagan lo siguiente:
Quitarse la vida.
Abandonar el hogar.
Dejar los estudios.
Recaer en adicciones.
¿Qué debo hacer para enfrentar la manipulación?
Si llegamos al punto donde hemos podido reconocer que alguien está intentando manipularnos, o que lleva tiempo haciéndolo, lo que debo hacer para detenerlo es lo siguiente.
Aprende a negarte
Esto es el equivalente a colocar alcohol en una herida, va a ser muy incómodo, pero detendrá el progreso del problema. Debes tener muy claro que negarse a realizar algo, no hace que tu amor disminuya o desaparezca, por el contrario, es una muestra de cuidado.
Decir que no, cuando estés en desacuerdo con algo es sano, y es parte de tus derechos como ser humano libre e independiente, y por ello, no debes sentirte mal al hacerlo.
Desenmascara al verdugo
Si identificaste a tu agresor, desenmascara su conducta de manera frontal y directa, esto lo dejará sin herramientas frente a ti y se verá obligado a ser sincero.
Los manipuladores siempre actúan bajo perfil, pero al ponerlos en evidencia termina su juego.
No asumas culpas ajenas
Aprende a reconocer y mantener una postura sólida ante las responsabilidades de cada uno dentro de un lazo afectivo.
Cada persona es responsable de sus propias acciones, cualquier intento de inculparte es un acto de manipulación, que no debes permitir.
Ten autorrespeto y valoración
Nadie tiene derecho a humillarte o hacerte sentir responsable de sus fallas, y es que allí debes tener un alto grado de valor personal, así no serás afectado por la influencia de terceros. Solo debes acceder a aquello que te haga feliz, nadie puede obligarte a nada.
La manipulación es una conducta inmadura, dañina y destructiva, está mal si la ejercemos y también si la permitimos. Cuida tu salud emocional, está atento a los detalles, y nunca olvides que eres el principal diseñador de tu vida, pues tu opinión es la que más cuenta.