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Problemas con el control de impulsos ¿Cómo solucionarlos?
¿Sientes que no puedes controlar tus impulsos? ¿Se te hace difícil calmarte una vez que te molestas? ¿Generalmente actúas rápidamente sin pensar en las consecuencias?
Si te sientes identificado con las preguntas anteriores es probable que tengas un problema de control de impulsos.
Este tipo de conductas puede acarrear para ti y tus seres queridos muchas consecuencias desagradables, por eso es importante darse cuenta de que te cuesta controlar tus impulsos y mejorar al respecto.
Este como todos los problemas tiene solución, pero debes invertir tiempo en ti y trabajar en tus conductas para poder ver cambios significativos en tus acciones y relaciones.
El primer paso es identificar que necesitas mejorar, una vez hecho esto podrás tener la disposición necesaria para ser mejor.
¿Qué entendemos por falta de autocontrol?
Cuando hacemos referencia a la falta de autocontrol nos referimos a esos momentos en los que las situaciones que nos rodean o nuestros propios pensamientos y emociones internas nos invaden de forma tal que incrementa la presión y cometemos actos impulsados por esta carga emocional y no por la planificación de los mismos.
La falta de control de impulsos es potencialmente muy peligrosa, ya que puede llevar a lastimar a los otros o a nosotros mismos.
Esta no siempre se presenta en una situación estresante, actuar por impulso puede ser que te ofrezcan consumir sustancias ilícitas y por el calor del momento aceptes sin considerar los efectos negativos que esta trae a tu vida.
La falta de control de impulsos afectan tanto a quien lo padece como a las personas que se encuentran a su alrededor ya que típicamente estás personas se exponen a situaciones peligrosas.
Suelen verse envueltos en ambientes dañinos sin saber muy claramente como la situación llegó a escalar de esa manera.
Estas reacciones rápidas, desmedidas e inesperadas dificultan en las personas el establecimiento sano de relaciones internacionales.
Trastornos que se relacionan con la falta de autocontrol
Cleptomania: este trastorno se caracteriza por un impulso incontrolable de hurtar objetos.
Ludopatía: es un trastorno en el que la persona siente el deseo incontrolable de participar en juegos de apuestas.
Trastorno explosivo intermitente: está caracterizado por explosiones de ira desproporcionados que en ocasiones se acompañan por sentimientos de culpa y arrepentimiento por las acciones derivadas de dichos episodios.
Tricotilomania: a este trastorno lo caracteriza el impuso incontrolable de arrancarse cabello del cuero cabelludo y en ocasiones también de las pestañas y cejas.
Onicofagia: comúnmente reconocido, las personas que lo padecen no pueden resistirse a morder y comerse las uñas.
Compras compulsivas:aquellas personas que lo sufren no pueden detenerse de realizar compras incluso cuando estas están fuera de su presupuesto.
Deseo sexual compulsivo:estás personas se ven invadidas por una necesidad sexual apremiante e incontrolable.
Adicción a internet: en la era actual es común ver a personas que no pueden resistirse a navegar una cantidad desproporcional de horas por Internet.
Piromania:este trastorno pone en gran riesgo a las personas que lo padece ya que estos sienten un impulso por iniciar incendios.
Consejos para mejorar
1. Tómate un momento para pensar
Antes de emitir algún juicio, comentario o acceder ante alguna propuesta tomate un momento para considerar todo lo que deseas decir o hacer y sus posibles consecuencias.
2. Exprésate solo cuando estés tranquila
Una vez que haz logrado calmarte expresa de la mejor forma posible tu opinión.
3. Realiza ejercicio físico
Este ayuda a drenar y reducir el estrés.
4. Identifica soluciones
Esfuérzate por resolver aquella situación que te causo la reacción de enojo más que centrarte en el enojo como tal.
5. No guardes rencor
Perdona a aquellas personas que te han hecho molestar, cargar con el peso del rencor es agitador y dañino.
6. Encuentra técnicas de relajación que te funcionen
Ponlas en práctica en aquellos momentos que sientas que estás perdiendo el control.
7. Utiliza declaraciones sobre tus propias emociones
Para expresar los que sientes sin atacar directamente a la persona o situación que causado tu enojo para así no herir a los que te rodean.
8. Haz uso del humor para aliviar la tensión de situaciones estresantes
De esta forma tendrás una actitud diferente frente a las circunstancias y desde esta posición podrás encontrar soluciones más fácilmente sin centrarte en el conflicto.
Buscar ayuda para este problema es especialmente recomendable ya que así podrás identificar con mayor facilidad cuál es el origen de tu falta de impulso y trabajar en tu regulación ante estas situaciones.