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10 consejos prácticos para que tus hijos obedezcan
Cuando tenemos hijos, nuestro mayor sueño es verlos exitosos y con una vida extraordinaria. Y para lograrlo, debemos hacer de ellos unas personas obedientes, respetuosos y responsables. Una tarea que no es para nada fácil, pero con estos consejos podrás lograrlo.
En todo caso, lo primero que debemos saber es que ellos, desde que nacen, son seres con personalidad, gustos y decisiones únicas, que no siempre coinciden con nuestra manera de ser o hacer las cosas.
Aunque muchos sentimos que hacemos lo posible, o lo que está en nuestras manos para lograrlo, debemos estar conscientes que somos nosotros los encargados de acompañarlos en su crecimiento personal y en su toma de decisiones.
10 tips que te ayudarán en la formación de tu hijo
1. Exige la obediencia de manera progresiva y no instantánea
No puedes pretender tener hijos obedientes de manera inmediata. Como todo en la vida, esto lleva su proceso. Por esta razón, te aconsejamos que comiences con tareas fáciles y que les gusten, como por ejemplo comer.
Si a tu pequeño le gusta comer en todos lados, menos en la mesa, enséñale que el lugar correcto es la mesa. Por supuesto, esto debe estar acompañado de tu ejemplo. Recuerda que ellos aprenden por lo que ven.
2. Explícale todo, desde el por qué y el para qué
A todos nos agrada que nos expliquen las razones y los resultados de hacer algo, mucho más a los niños.
Por eso es clave que a la hora de dar una orden le comentes por qué se lo estás pidiendo y que sucederá una vez que lo haga. ¡Créeme, sí funciona!
3. Instrucciones claras y sencillas
Lo más recomendado es hacer contacto visual y directo a los ojos de tu hijo, si es necesario inclínate o agáchate para quedar a su nivel. Y explícale lo que quieres que haga en un tono de vez normal y con palabras sencillas.
4. Evita dar varias instrucciones a la vez
Es mejor pedirle una cosa y al terminar esa, pedirle la otra. Dar órdenes de manera seguida y de forma amenazante hace que el niño se paralice y no haga nada.
5. Acostúmbralo a recibir la misma orden una o dos veces solamente
Si cumples con las recomendaciones anteriores y el niño no obedece la segunda vez que le indicas lo que debe hacer, procede a mostrarle que la desobediencia trae consecuencias, obvio sin maltrato verbal ni físico.
Una buena opción es decirle que aunque habían planeado visitar a su abuela ese día, debido a su desobediencia ya no lo harán.
6. Felicita su obediencia
La obediencia siempre debe ser elogiada y agradecida, pero ocasionalmente puedes premiarlos con algo que les guste. Aunque siempre el mejor premio para ellos es nuestro amor y abrazos cuando hacen las coas bien.
7. Evita el castigo constante
Los niños se hacen inmunes a las situaciones que los lastiman, es decir, que si lo golpeas constantemente, llegará un momento en que el golpe no le hará nada.
Así mismo sucede con los castigos, lo más recomendable es exaltar la buena conducta e ignorar la mala, sin dejar de mostrarle las consecuencias de sus actos.
8. Evitar la intervención de otros familiares
Comunicar a tus familiares cercanos el plan que estás llevando para mejorar el comportamiento de tus hijos.
Explícales que necesitas de su ayuda para ver resultados, por lo que no deseas ser desautorizado delante de los niños.
9. Ser perseverante
Aunque al principio parezca difícil y no se vean los resultados inmediatos, continuar con el plan establecido producirá hábitos positivos para toda la familia.
10. Y por último, mucha paciencia
Paciencia y amor son las claves para mantener la calma cuando nuestros niños hacen todo lo contrario de lo que le estamos diciendo. Mostrarles el valor de la paciencia es clave y positivo para su comportamiento.
Los padres somos el reflejo de nuestros hijos, y aunque suene cliché, es así. Ellos están observando cómo manejamos nuestras emociones frente a las cosas que nos disgustan, para ellos copiar ese comportamiento.
Si nosotros rompemos la ley, ellos lo harán, si mentimos, ellos lo harán, si no controlamos nuestro humor, ellos tampoco lo harán. Así que para tener mejores hijos, nuestro enfoque debe estar en ser mejores personas.
Si aplicas correctamente y con disciplina estos hábitos verás los cambios en tus hijos y en ti de manera progresiva y eficaz.