Puerperio
El puerperio es el nombre dado al período posterior al parto en el que el cuerpo de la mujer experimenta cambios físicos y psicológicos hasta que el organismo regresa al estado anterior al embarazo.
El puerperio comienza justo después del nacimiento del bebé, con el desprendimiento de la placenta.
En este artículo, presentamos otras informaciones sobre este delicado período y te daremos consejos sobre los cuidados necesarios durante esa etapa.
Duración del Puerperio
El puerperio dura normalmente seis semanas. Por eso, también es conocido popularmente como cuarentena, una etapa en la que la nueva madre tiene que tener más cuidado y precaución en las actividades diarias y pasa por una serie de transformaciones emocionales y fisiológicas para que el cuerpo vuelva a su estado preembarazo.
Durante el puerperio, hay que tener cuidado especial con la mujer. El puerperio comienza una o dos horas después de la salida de la placenta y puede dividirse en:
Puerperio inmediato (de 1 ° a 10° Día), momento en el que el cuerpo comienza a recuperarse. En ese período, el útero comienza a retornar a su tamaño normal y se produce un goteo, inicialmente rojizo y, con el paso de los días, en volumen reducido y color amarillo.
Puerperio tardío (11 ° a 45° día), período en el que el cuerpo sigue experimentando transformaciones y se debe redoblar el cuidado. El útero sigue retrocediendo y la región genital sigue cambiando para recuperarse completamente del periodo gestacional.
Puerperio remoto (a partir del 45 ° día) hasta que la madre sufra modificaciones de la gestación (lactancia).
Durante el puerperio, la mujer no ovula. Sin embargo, a partir de los cuarenta días, se recupera la capacidad reproductora y se recomienda el uso de métodos anticonceptivos si la mujer no desea un nuevo embarazo.
En mujeres en periodo de lactancia parcial (aproximadamente cada 3 horas), la capacidad de ovulación puede aún no aparecer y se encuentra inhibida por la lactancia.
Equilibrio hormonal en el periodo de Puerperio
Una de las principales transformaciones en el cuerpo de la mujer después del parto es la disminución de los niveles hormonales.
En función de ello, la nueva mamá puede sentirse más cansada y desanimada en ese período, sentimientos que también pueden ir acompañados de inseguridad o tristeza.
Por lo tanto, es importante tener el apoyo de la familia durante el momento de la cuarentena, y es necesario prestar atención a la aparición de otros síntomas más graves como la falta de apetito, insomnio y desinterés, que pueden indicar el inicio de una depresión postparto. En este caso, hay que buscar atención médica.
Sacudida emocional post puerperio
Durante la cuarentena y en función de los cambios hormonales que ya hemos mencionado, la mujer puede ser más frágil y sentimental. Por lo tanto, la ayuda de la pareja y parientes más cercanos es fundamental en este difícil período.
Es importante que la familia esté preparada para ayudarla y darle toda la seguridad que necesita en ese tiempo.
También es importante recordar que estos cambios son pasajeros y que la confusión emocional pronto pasará.
Cambios en el cuerpo
Especialmente en los primeros días, es normal que la mujer sienta dolor en los senos. Esta incomodidad es normal y debería aliviarse con la lactancia. Si eso no sucede, será mejor que busque al médico.
Otra situación normal durante el puerperio es tener el intestino atascado o lento. Especialmente en el caso de la cesárea, este cuadro puede durar hasta 72 horas.
Para aliviar el malestar, el consejo es apostar por alimentos ricos en fibras, como ciruela y naranja, además de ingerir bastante líquido.
Reanudación del sexo
La reanudación de la vida sexual después del parto suele tener lugar a partir del primer mes, con la liberación del obstetra.
Durante ese tiempo, la libido puede estar en baja y el cuerpo aún sufre cambios hormonales.
Por lo tanto, hay que tener paciencia y creatividad para reanudar la vida sexual.
Durante la cuarentena, las actividades sexuales deben restringirse, ¡pero no deben evitarse totalmente! Si quiere, la pareja puede apostar por la masturbación o el sexo oral para reconectarse después de la llegada del bebé mientras espera la liberación del médico.
Alimentación y bienestar durante del puerperio
Durante el puerperio, es esencial que la mujer adopte una alimentación equilibrada para fortalecer el organismo y la inmunidad.
Apueste por verduras, verduras y frutas, además de alimentos ricos en minerales como hierro y calcio, encontrados en la carne roja y en los lácteos.
Otra recomendación es beber mucha agua al menos dos litros al día para ayudar a la función intestinal materna y también a la producción de leche.
Deben evitarse comidas pesadas, grasientas o con exceso de azúcar, ya que estos elementos se transmiten a la leche materna y tienen más posibilidades de provocar cólicos en algunos bebés, el sistema digestivo del recién nacido no está preparado para digerir alimentos complejos.
Hasta ahora, ningún estudio científico ha demostrado que un grupo específico de alimentos pueda causar cólicos en todos los bebés.
Esta respuesta es individual, cada bebé puede o no tener cólicos con ciertos alimentos. Por lo tanto, la cuestión alimentaria debe tratarse de forma individualizada, dependiendo de cada recién nacido.
Si la madre observa que cada vez que ingiere algún alimento causa cólicos en su bebé, entonces este alimento debe ser evitado.
Cuidados esenciales que debes tener en los últimos días de embarazo
El embarazo es un momento mágico para la mayoría de las mujeres. Implica un cúmulo de sentimientos que se mezclan entre sí: emoción, alegría, aprensión, angustia y felicidad interminable.
Estas ultimas semanas son esenciales para que el periodo, llamado Puerperio, sea totalmente natural.
Cada mes de desarrollo de la gestación está marcado por nuevos descubrimientos de ese universo encantador y, como no todo son flores, también debemos de tener en cuenta que pasaremos por algunos momentos un tanto complicados.
En los últimos días del embarazo, el panorama no es diferente. Por el contrario, el cuerpo empieza a mostrar signos de proximidad al parto, el vientre es aún más grande y la incomodidad suele ser mayor.
Sumado a eso, la ansiedad está a mil, porque la mujer ya no puede soportar el deseo de conocer la cara de su hijito y sostenerlo en su regazo.
En vista de lo anterior, es esencial que mamá se ocupe de esta recta final que es tan importante para la seguridad del bebé como los otros meses de gestación, para conseguir más comodidad en los últimos días de embarazo y más tranquilidad en el parto.
La gestación y la rutina de trabajo
Una de las dudas que rodean a las preocupaciones de las gestantes es su rutina de trabajo en las últimas semanas de ese período.
Sin embargo, no existe una regla sobre el momento exacto de dejar de trabajar, ya que cada mujer tiene una disposición diferente al final del embarazo.
Mientras algunas se sienten cómodas otras se sienten más enfermas, cansadas e irritadas o incluso presentan algún tipo de complicación clínica en ese momento.
Las gestantes también tienen diferentes estilos de actividad en su trabajo, que puede ser ligero o requerir mayor esfuerzo físico, como tener que estar de pie todo el día, subir escaleras o sentarse en una silla no ergométrica, que sobrecarga aún más su espalda.
Por estas razones, la elección del mejor período para el inicio del permiso de maternidad debe hacerse juntamente con su médico, que hará una evaluación de sus condiciones clínicas, físicas y emocionales y, por tanto, un balance entre los riesgos y los beneficios de seguir trabajando hasta los últimos días del embarazo.
Después de sus recomendaciones, la decisión de dejar o no trabajar se convierte en personal, y usted decide seguir desempeñando sus funciones profesionales.
Sin embargo, si elige no interrumpir su rutina, debe prestar más atención a los riesgos de su entorno de trabajo, como las escaleras o los utensilios que pueden provocar caídas.
Atención a los alimentos consumidos
Las mujeres que han tenido una gestación sana y sin problemas relacionados con el sobrepeso, la diabetes o el aumento de la presión arterial no suelen tener restricciones alimentarias durante este periodo final de embarazo.
Mientras tanto, a causa del gran volumen abdominal, la gestante puede experimentar una incomodidad gástrica ardor de estómago, gases o estreñimiento, al ingerir ciertos tipos de alimentos, especialmente los de digestión más lenta, como los ricos en proteínas o con alto contenido en grasas, como la carne grasa y la leche entera de vaca, por ejemplo.
De este modo, es interesante que la mujer controle aún mejor su consumo de alimentos, dando prioridad a una dieta sana, equilibrada y de forma intervencionada, cada 3 horas y en pequeñas porciones.
Otro dato importante es evitar recostarse inmediatamente después de una gran comida, como el almuerzo o la cena, por ejemplo, y reducir el consumo de alimentos pesados durante la noche, ya que estos hábitos pueden empeorar los cuadros de acidez y provocar reflujo.
Lo ideal es hacer un seguimiento con un nutricionista, que le presentará las mejores opciones de menú y alimentos, de acuerdo con sus condiciones clínicas y físicas.
Por lo tanto, es posible reducir la frecuencia de las molestias gástricas y, además, tener más disposición y salud al final del embarazo.