Reflujo en bebes
El reflujo en bebes es un síntoma angustiante para todos los padres que se preocupan por el bienestar y la salud del niño. Ésta, a su vez, puede presentar irritación y dolor, con dificultades para calmarse, dormir o alimentarse.
A pesar de ser un momento estresante, la condición es considerada como normal por la mayoría de los médicos. El pediatra advierte que es una situación habitual y que, con el desarrollo infantil, tiende a disminuir.
Sin embargo, aunque sea una característica natural, y ceda en el transcurso de los meses en la mayoría de los casos, en otros la suerte no es tan grande, lo que puede afectar a la salud del bebé. No obstante, el porcentaje de bebes que se ven afectados por un reflujo anormal es cerca del 0.5% por cada 100 recién nacidos. Infórmate un poco más sobre partos prematuros.
Alrededor del 67% de los bebés entre 2 y 5 meses tienen reflujo. En un 21% la situación persiste entre 6 y 7 meses. Y sólo en el 5% de los casos el cuadro continúa después del primer año.
Aunque los números en los primeros meses de vida son altos, muchos padres pueden tener dudas sobre lo que hacer y lo que se espera en cada caso. Por lo tanto, responderemos a las preguntas principales siguientes.
¿Por qué se presenta el reflujo en bebes?
Se produce debido a una adaptación en el proceso de digestión. Cuando los alimentamos, la comida pasa por la boca, baja por la faringe, luego pasa por el esófago y llega al estómago. Entre el esófago y el estómago tenemos un músculo que siempre abre para que pase la comida.
En este músculo, llamado esfínter, se abre frecuente e involuntariamente por el organismo cuando son recién nacidos, esto causa que parte del contenido presente en el estómago puede volver y provocar el reflujo. Es necesario que los padres alimenten a sus hijos solo con la cantidad adecuada y necesaria.
El aumento de alimento, acorde a la dieta requerida, provoca constantemente reflujo, pero, además, puede comprometer la vida del pequeño por un atoramiento de residuos en la faringe.
Cuando él bebe se encuentra en la etapa de desarrollo, aún no tiene el sistema digestivo bien desarrollado. Lee sobre 10 cosas curiosas sobre los bebés.
Las contracciones que se producen durante el proceso de digestión siguen sin coordinarse, el esfínter sigue siendo un músculo frágil en ese período y el niño se alimenta sólo de líquidos.
Por estas razones, el reflujo suele producirse y el niño es más propenso a sentirse incómodo. En algunas situaciones puede ocurrir que el bebé sea alérgico o intolerante a la lactosa, sustancia presente también en la leche materna y que, en este caso, dificulta la digestión.
Los bebes intolerantes a la lactosa no son comunes, sin embargo, los síntomas se evidencian rápidamente y son tratados por el especialista en pediatría.
Además, existen productos nutricionales para solventar la situación y que tu bebe no tenga hambre en caso de presentar problemas con la lactosa o que la madre no produzca suficiente leche. De eso hablamos en Baby-led Weaning: Alimentación complementaria.
¿Cuáles son los síntomas del reflujo en bebes?
El bebé, en general, presenta una irritabilidad intensa tras las mamadas, puede sufrir dolor en la región del abdomen, como calambres, así como dificultad para dormir o para alimentarse. Cuando se producen vómitos, puede tener irritación de garganta, tos crónica e incluso pausas respiratorias.
Tranquila, lo anterior solo sucede en los casos extremos. Generalmente en bebes cuya gestación no fue asistida por un médico pediatra o que la madre no tomo las suficientes precauciones para llevar un control adecuado para su bebe.
Generalmente es una situación de estrés para los bebes y para la persona que se encuentra con él. El bebé expresa su malestar a través del llanto; y los padres acaban desesperándose, ya que no saben lo que está pasando con el niño.
En casos donde el reflujo se vuelve constante, uno de los primeros signos que el pediatra va a evaluar es si el bebé está ganando peso adecuadamente.
Después evaluará si él bebe tiene reflujo con frecuencia, en qué cantidad y si presenta irritabilidad después de las mamadas o no. Una vez hecho esto, el pediatra puede pedir exámenes de acuerdo con los síntomas notificados por sus padres o iniciar el tratamiento con medicación antirreflujo.
Sin embargo, esta situación es explicada constantemente por el pediatra que guía además con recomendaciones y ejemplos de atención primaria en casos donde se requiera.
¿Cuál es la diferencia entre reflujo y regurgitación?
La regurgitación es una consecuencia del reflujo, que se presenta como la vuelta del alimento a la boca, generalmente en pequeña cantidad.
El reflujo no siempre es visible y puede representar la vuelta del alimento sólo para el esófago. Así que, para regurgitar, el bebé necesita haber tenido el reflujo antes.
Se presenta después de mamar normalmente, debido a la inmadurez de su sistema digestivo. Tenga un pañal de tela siempre cerca y hágalo eructar después de amamantar.
¿Qué problemas puede causar el reflujo en bebes?
Al tener el alimento yendo en dirección contraria de forma constante, esta condición puede provocar irritación y lesión en el esófago, causando dolor, malestar, ardor y quemazón en el pecho.
En situaciones más críticas puede haber infección en el canal que pasa la comida y problemas en el pulmón, como asma y bronquitis. También pueden aparecer aftas en la boca y mal aliento, además de que los dientes pierdan la calcificación.
Las inflamaciones en el oído y la dificultad de mamar correctamente son otros problemas relacionados.
¿Hay tratamiento para el reflujo en bebes?
Los casos más ligeros sólo pueden prevenirse con medidas de postura y conducta como: reducir el tiempo en que se amamanta, evitar balancear o cambiar el pañal del bebé después de las comidas, encontrar una posición adecuada para la hora de la lactancia, evitar ropa que apriete el vientre del niño, colocarlo para eructar durante más tiempo después de la mamada y utilizar una almohada especial.
El tratamiento para los casos más graves es a base de medicamentos y generalmente dirigido por un médico especialista. A partir de sus síntomas y de su intensidad, el tratamiento será administrado por este profesional.
Si se demuestra que el bebé es intolerante a la lactosa, por ejemplo, el hecho de quitarla de la alimentación puede aliviar los síntomas. En otras ocasiones, puede ser necesario modificar la dieta del bebé, de la lactante y también tener ayuda con un medicamento específico.